CJNG pagó 20 mil pesos a Policías de la CDMX para ejecutar a Jacobo Razón Avayou

El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) empleó a agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México.

CJNG pagó 20 mil pesos a Policías de la CDMX para ejecutar a Jacobo Razón Avayou

Para secuestrar y luego asesinar a un miembro de la comunidad judía,  El Cártel pagó 20 mil pesos a cada agente.  Los agentes Rubén García Arista, Ricardo Daniel Torres Vázquez y José Pedro Aguilar Sánchez fueron detenidos el 23 de febrero por el secuestro de Jacobo Razón Avayou, ocurrido el 24 de noviembre del año pasado en Cuajimalpa.

Investigaciones de la Fiscalía de CDMX revelan que Eugenio Manuel Fernando Salazar Treviño, «El Cartuchos», presunto operador del CJNG, ordenó el «levantón» de Razón, quien fue interceptado por los policías cuando conducía rumbo a la FGR para ratificar una denuncia.

Otro de los ex agentes que participó en el plagio murió en forma misteriosa en el reclusorio, poco después del «levantón» de Razón.

Dos días después del plagio, «El Cartuchos» envió a una pareja de jóvenes a un edificio de Santa Fe, para que entraran a un departamento registrado a nombre de Razón, del cual se llevaron una maleta con dinero en efectivo. Las cámaras del elevador los grabaron.

Los enviados eran Humberto Felipe Sánchez Reyes, también policía, y su novia, a quien llevaba a practicar tiro en la Secretaría de Seguridad, donde se tomaron fotos que posteaban en Facebook.

Conforme la investigación, al momento de ser secuestrado, Razón le habló por teléfono a Avi Raphael Sitton, empresario inmobiliario que vivía en Cancún y para quien trabajaba. Días después, Raphael apagó el teléfono en el que recibió la llamada y salió del País.

Emboscada

El 24 de noviembre pasado, a las 8:30 horas, Jacobo Razón Avayou salió de su casa en Huixquilucan, en su Hyundai Accent color negro. Era miércoles y estaba citado a las 9:30 horas en las oficinas de la Fiscalía General de la República, en Insurgentes, para ratificar una denuncia que había presentado por malversación de fondos contra Johana Noriega.

Razón tuvo conocimiento que la mujer, delegada en Sonora de la Comisión Nacional de Emergencias, aparentemente usaba en forma indebida el nombre y los donativos de la asociación que presidía.

Un mes antes, el 23 de octubre, Razón estuvo en Caborca para verificar los supuestos ilícitos; a su regreso a la Ciudad de México, le comentó a su esposa que «se había enterado que en ese estado alguien había ofrecido 130 mil pesos por su cabeza», según el testimonio ministerial de la cónyuge.

Su denuncia ya no la ratificó. Aquella mañana, en camino a la FGR, Razón no se percató que un Mazda color negro con placas JFR4494 lo seguía de cerca. Era un vehículo que conducía Sánchez Reyes, ex agente de la SSCCDMX, acompañado de su novia Joselín Nava Montañéz.

A las 8:49 horas, una cámara del C5 grabó el momento en que una patrulla con placas MX-728-P2 se le emparejó al carro de Razón en Avenida Stim, por el cruce con Paseo de Laureles, en la Colonia Bosques de Reforma.

El hombre orilló su vehículo y vio descender de la patrulla a un policía, luego a otro. El Mazda negro que lo venía siguiendo dio vuelta a la derecha y se estacionó unos metros adelante sobre Avenida Stim.

En el video se observa que Razón venía acompañado de otro individuo al momento de ser interceptado. Como tenía un vaso desechable con una bebida, los investigadores presumen que la víctima fue abordada por este desconocido al hacer escala en un Starbucks, ubicado unos metros antes.

El ex agente Sánchez Reyes y su novia salieron del Mazda y se acercaron a la patrulla y la víctima. A las 9:07 horas Razón hizo una llamada que, hoy se sabe, fue al número de su jefe Avi Raphael. Dos minutos después, lo subieron al asiento de copiloto de su propio vehículo y uno de los agentes tomó el volante. El Hyundai arrancó a una dirección y la patrulla en otra.

La Dirección de Asuntos Internos de la SSC informó en un oficio que aquella mañana los agentes Ricardo Daniel Torres Vázquez y José Pedro Aguilar Sánchez tuvieron bajo su resguardo la patrulla, mientras que su colega, Rubén García Arista, había estado a cargo el día anterior. La Fiscalía capitalina asegura, sin embargo, que la geolocalización de García Arista confirma que en esa fecha y hora estuvo en la esquina en la que ocurrió el secuestro.

A Razón se lo llevaron a una cabaña que Sánchez Reyes había alquilado en un sitio denominado Cabañas y Eventos Taati Keri, en el kilómetro 2 de la carretera Picacho Ajusco, en la Alcaldía Tlalpan.

En cautiverio, la víctima habría sido obligada a proporcionar información de su domicilio, oficinas y del lugar donde tenía guardado un dinero, presume la Fiscalía.

‘El hampón’

El 26 de noviembre, alrededor de las 17:51 horas, Sánchez Reyes se encontró con «El Cartuchos» afuera del restaurante Italianni’s de la Plaza Reforma 222. La conversación fue para indicarle al ex agente su siguiente misión: entrar y sacar esa misma noche una maleta con dinero en efectivo de un departamento registrado a nombre de Razón en el edificio de Avenida Santa Fe 482, Torre A, interior 2506, en la Colonia Lomas de Santa Fe-Contadero.

Al terminar la reunión, el ex policía envió un mensaje a su novia Joselín para pedirle que consiguiera dos gorras, una para él y otra para ella.

A las 20:25 horas, el capo envió un mensaje de voz al ex agente para explicarle sobre la marcha todos los detalles de acceso al edificio, el estacionamiento incluido, como si antes hubiese estado allí.

«Si van como oficiales, no tendría por qué haber detalle», escribió el narcotraficante. «No, comando, no vengo de oficial, vengo de ‘hampón’ ¿eh?… Lo veo complicado, porque acceso en el carro no hay, está cerrado el acceso del carro, hay un tambo, tengo que entrar por recepción», respondió Sánchez Reyes, quien ya iba acompañado de su novia.

La pareja llegó al edificio después de las 21:11 horas, gracias a que «El Cartuchos» le envió previamente la geolocalización por chat. El narcotraficante no dejó de guiarlo en todo momento. «Te digo, agarras el censor, lo pones en la entrada a que te abra la puerta; para el elevador también usas el censor, pones el censor, 25, subes, entras, la puerta es electrónica, no es con llave. Te va a pedir dos números, tocas los dos números y 1969 es la clave de la puerta. Entras, del lado derecho, al fondo, hay un cuarto, están dos camas, al fondo de las dos camas está la ventana, vas a ver ahí las maletas y en la maleta está ahí el recurso», le instruyó.

Ajeno al entorno, el ex agente todavía le envió una foto del censor que traía en la mano para tener la certeza de que se refería a ese dispositivo y preguntó nuevamente por el número de departamento.

A las 21:45 horas, Sánchez Reyes encontró lo que buscaba en el departamento: «¡cumplida la misión, comando, aquí lo llevo ya!», exclamó en un mensaje de voz.

Esa noche, al salir, los dos jóvenes fueron filmados en el elevador. Llevaban sus gorras puestas y la maleta.

El narcotraficante ya le había escrito previamente a su emisario: «tal vez tienen que terminar la misión y tirar la basura». Todo parece ser que, al día siguiente, después de las 16:00 horas, asesinaron a Razón y tiraron su cuerpo en el Ajusco. El hallazgo ocurrió el 28 de noviembre.

Camuflaje

Sánchez Reyes cometió un error que pagaría muy caro. No sólo no se deshizo del Hyundai Accent 2020, color negro, con placas NVS9481 del Estado de México, propiedad de Jacobo Razón. A pesar de que fue policía, el sujeto de 37 años de edad creyó que con pintar el carro de color blanco, a brochazos, sería suficiente para conducirlo cotidianamente sin ser detectado.

Esa confianza le duró muy poco, ya que el 30 de noviembre, apenas seis días después del plagio, fue detenido en el vehículo en la Colonia Guadalupe Tepeyac, Alcaldía Gustavo A. Madero. El mismo día fue internado en el Reclusorio Oriente, por encubrimiento por receptación, es decir, por haber «adquirido» un carro clonado o robado.

Lo más valioso de esta captura para la Fiscalía de la CDMX fueron los 3 teléfonos celulares que le aseguraron al ex agente, dos Motorola y un iPhone. Con órdenes judiciales, los investigadores extrajeron sus conversaciones de WhatsApp y descubrieron todos sus tratos con policías y el operador del CJNG.

La evidencia llevó a la Fiscalía a tramitar ante un juez especializado la solicitud para intervenir las llamadas telefónicas de «El Cartuchos» y de varios agentes del sector Yaqui. Es a partir de entonces que todos empezaron a caer.

El 18 de diciembre, Joselín Nava Montañez, la novia de Sánchez Reyes, fue detenida por narcomenudeo y cohecho. Al día siguiente, cuando ella era ingresada al Penal Femenil de Santa Martha, su novio fue hallado muerto.

El 23 de febrero, la Policía de Investigación detuvo a los policías Rubén García Arista, Ricardo Daniel Torres Vázquez y José Pedro Aguilar Sánchez. El 2 de marzo, fuerzas federales y estatales capturaron en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, a «El Cartuchos».

Operaba capo desde la Narvarte

Fernando Salazar negociaba desde la Colonia Narvarte la venta de drogas y armas en la Ciudad de México.

Investigaciones de la Fiscalía capitalina refieren que, si bien tenía su domicilio en Jalisco, el presunto narco rentaba el departamento 402 del edificio de Avenida Cuauhtémoc 947, durante las temporadas que pasaba en la Ciudad.

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Conversaciones telefónicas que fueron intervenidas con autorización judicial exhiben que Salazar colocaba en el mercado negro subfusiles Uzis y pistolas Smith & Wesson calibre 380 con láser, entre otros, a precios que iban de 25 mil a 50 mil pesos.

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