Escuela de Terror de ‘El Mencho’, así se reclutan y fabrican los sicarios más sanguinarios del mundo

Con el transcurso de los años, el narcotráfico ha ganado terreno dentro de México y se ha extendido rápidamente fuera de su territorio.

Escuela de Terror de 'El Mencho', así se reclutan y fabrican los sicarios más sanguinarios del mundo

Francisco, un antiguo miembro del sicariato del conocido Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), al que ingresó por casualidad y mala suerte, cuenta su historia tras meses de internamiento forzado en el que le enseñaron como matar a sangre fría. “El Mencho”, líder del cartel mexicano, es considerado como un hombre despiadado que no tolera la desobediencia.

El Cártel de Jalisco Nueva Generación, es uno de los grupos de sicarios y narcotráficantes mexicanos mas peligrosos del mundo. Fue formado en el año 2007, pero logró su independencia después de que el excapo del cartel de Sinaloa, Ignacio Coronel, alias “Nacho”, fuera abatido por las fuerzas de seguridad mexicana en el año 2010.

Es una organización criminal dedicada principalmente al narcotráfico, teniendo como actividades transversales la extorsión, secuestro y el trafico de armas. Su jefe, “El Mencho”, ha establecido un supuesto espíritu “justiciero” obteniendo en gran parte el apoyo de la comunidad de su región.

“El Mencho”, el líder

Su líder, Rubén Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, nació el 17 de julio de 1966 en la precariedad de un pueblo humilde en Michoacán, en México. Creció sin estudios, sin embargo, esto no fue impedimento para que años más tarde se convirtiera en el narcotraficante más peligroso y buscado del país americano tras la captura del “El Chapo” Guzmán.

Asi también lo reafirman las autoridades dedicadas al crimen organizado quienes consideran a “El Mencho” como el enemigo público número uno de México, el nuevo rostro del narcotráfico tras la captura de “El Chapo”, Joaquín Guzmán.

El Mencho, el peligroso capo del CJNG.

Actualmente, es el cabecilla del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) que opera en al menos veintiocho estados de México. La Administración para el Control de Drogas Estadounidense (DEA) manifiesta que también se ha expandido al exterior de México “con una significativa presencia no sólo en Estados Unidos, sino también en Europa, Asia y Australia”.

Rubén Oseguera Cervantes fue deportado a México, luego de pasar tres años en una prisión estadounidense por formar parte de una red criminal que distribuía heroína en el norte de California. Una vez en México continuó con su carrera delictiva.

Las autoridades mexicanas ofrecen actualmente una recompensa de 10.000 millones de dólares para quien proporcione información que conduzca a su arresto y/o condena, se le acusa principalmente de crimen organizado.

El entrenamiento: “Vives el terror”

Francisco, un hombre que ha adoptado esta identidad para poder relatar su historia, permaneció reclutado durante tres meses continuos en esta famosa escuela de sicariato, que pertenece a uno de los Cárteles mexicanos más peligroso, el Cártel de Jalisco Nueva Generación. Ahora ha detallado su terrible experiencia.

En 2018, Francisco con ilusión de trabajar, fue engañado para supuestamente desempeñar su función como guardia de seguridad. Pero lo que no se imaginaba es que sería forzado a convertirse en un asesino a sangre fría. Al inicio de su trágica experiencia tenía claro que para salir de esta red criminal la única manera seria “con los pies por delante”. Sin embargo, su lealtad le llevó a la libertad.

Después de tres meses de internamiento involuntario, había aprendido mucho más de lo que se habría imaginado en toda su vida. Así manejaba ya armas cortas y largas, sabía tender emboscadas, no incumplía ninguna norma, no era chismoso y, sobre todo, sabía matar bien. Eran algunas de las cosas vitales que cada aprendiz no podía olvidar jamás. “Ves cómo matan a la gente, pruebas la carne humana, vives el terror”, relata Francisco.

Una imagen de llamada Escuela del terror.

Todos eran aislados en un campo de una zona local y pasaban a formar parte de la llamada “Escuela del terror”. Parte de las enseñanzas que recibían eran la de  aprender a matar bien, descuartizar e, incluso, comer carne humana. Esta última era una de las características y sello principal de la organización, ya que se les indicaba que a través de esta práctica podrían lograr deshumanizarse

A pesar de que el relato de este hombre no ha podido ser corroborado con el de otros testigos, los agentes policiales mexicanos aseguran que las tácticas descritas encajan rotundamente con las practicadas por la organización criminal.

La historia de este aprendiz comenzó en abril del 2018 cuando se encontraba en un bar del Estado Sur de México. Un desconocido se le acercó y más tarde le pidió que le llevará en su vehículo ya que se había quedado sin dinero. La generosidad de Francisco le llevó a trasladar hasta su destino a este hombre, quien le pidió su número asegurando: “Te voy a marcar, me caíste bien”.

Se trataba de uno de los hijos de “El Mencho”, líder del CJNG. Tiempo más tarde se le ofrecería un trabajo como guardia de seguridad, el cual aceptó confiado. Así fue trasladado hasta Puerto Vallarta, Jalisco, en donde se enteraría de su destino, había sido reclutado para trabajar para el peligroso Cártel.

Reglas básicas: “No matar sin la orden del jefe”

El campo de entrenamiento en el que permaneció Francisco era un terreno ubicado en Talpa de Allende, un municipio con un poco más de 15.000 habitantes en el Estado de Jalisco.

Una vez en el lugar, el comandante de la cuadrilla les hizo saber a los reclutas las reglas del cártel impuestas por su líder. Comenzó por las reglas básicas en cuanto a las armas de fuego, el sujeto ordenó a los aprendices que dispararan. Sin embargo, uno de ellos, el más tímido, no fue capaz de hacerlo, por lo que sin pensarlo fue asesinado.

Ejercito el sicariato del Cártel de Jalisco Nueva Generación.

Posteriormente, el resto de los reclutas fueron obligados a cortar y comerse una parte del cadáver, lo que formaría parte del denominado “Bautizo”, cada uno fue acercándose al cuerpo. El jefe de la plaza, un hombre que fácilmente podría tener unos 28 años, tiró la pregunta ¿Cuál es la primera regla?

Dos de los comandantes respondieron: “si no hay cuerpo no hay delito que perseguir”. Estas prácticas de canibalismo corresponden a las descritas por unos sicarios del Cártel que fueron detenidos en junio del año pasado. Otras de las reglas básicas es no meter a mujeres ni niños, para reclutar ni para matar; niños menores de diez años y no matar sin la orden del jefe.

Para Francisco, esto fue solo el inicio, los meses que vendrían después pasarían a formar parte del peor de los entrenamientos. Según su testimonio los entrenadores son profesionales, por lo que se trata de un entrenamiento de alta calidad y profesional. Se trata de policías inactivos, que pertenecen al cartel, así como agentes estadounidenses. “El jefe del Cártel había comprado hasta marinos estadounideneses…”

Funtes de la investigación aseguran que en los últimos años el CJNG ha asesinado a más de 100 funcionarios y policias de Jalisco, como signo para atemorizar a aquellos que persiguen a «El Mencho».

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Aunque es imposible no reconocer las atrocidades de esta organización criminal, la comunidad tiene un gran respeto hacía ellos debido a la labor que hacen en el pueblo, “no hay secuestradores, ni extorsionistas, ni violadores, ni rateros”. Ellos funcionan como una especie de “Justicieros” y su líder puede transitar las calles del pueblo tranquilamente sin miedo a ser delatado.

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