Jaime González Durán, conocido como El Hummer y es identificado como uno de los líderes más sanguinarios que ha tenido la organización criminal de Los Zetas.
Se encuentra a un paso de la libertad luego de que la justicia federal le concediera la suspensión de la condena por casi 22 años de prisión además de ordenar la reposición completa del proceso ante la sospecha de que su confesión, obtenida hace varios años, se hubiera logrado por medio de la tortura.
El exmilitar de 44 años de edad y originario de Aquismón, fue detenido en Reynosa, Tamaulipas, en el año 2008 y desde entonces ha estado preso en el Penal Federal de Hermosillo. En uno de sus tantos testimoniales, reveló que, cuando quedó en manos de la autoridad, personal de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).
Le vendó los ojos, lo golpearon, amenazaron y vulneraron sus derechos humanos además de torturarlo en un tanque de agua, luego lo mantuvieron en un sótano, amarrado y desnudo.
Lo anterior, ahora utilizado como el principal recurso de defensa del afamado capo, fue certificado por el Tribunal, instancia que consideró que cuando El Hummer fue presentado ante la autoridad competente, en el dictamen de integridad física se daba testimonio de que tenía diversas lesiones en las manos, codos, tórax, los antebrazos, pectorales, hombros, rodillas y tobillos y otras partes del cuerpo.
Tras ser detenido, enfrentó diversos cargos por delincuencia organizada, privación ilegal de la libertad y lavado de dinero, entre otros señalamientos que se le han ido imputando conforme su caso es investigado por las autoridades federales.
Te puede interesar: La detención de “El Mochomo”, el último líder de Guerreros Unidos y clave en el caso Ayotzinapa
Jaime González Durán, El Hummer, es originario del municipio de Aquismón, en la Huasteca Potosina, durante un tiempo se desempeñó como militar en donde recibió adiestramiento y capacitación, sin embargo, hacia 1999 desertó y se incorporó a las filas del crimen organizado en donde fue ascendiendo hasta convertirse en uno de los perfiles más certeros y sanguinarios que han tenido Los Zetas.