Un ex sicario del Cártel de Tláhuac revela la existencia de múltiples narcofosas en la CDMX, principalmente en la zona del Ajusco, Gustavo A. Madero y la periferia colindante con el Estado de México.
El 17 de septiembre Oscar Balderas, periodista que colabora para la Revista Emeequis, Concedió una entrevista en MVS Noticias con Luis Cárdenas. En ese espacio reveló que obtuvo el testimonio de un ex sicario del Cártel de Tláhuac, quien le confesó sobre la existencia de fosas clandestinas que hay en la periferia de la Ciudad de México.
Asimismo, en su perfil de Twitter Oscar Balderas contó algunos detalles del testimonio, previo a la publicación en el programa radiofónico de MVS, sobre la revelación de que existen múltiples fosas clandestinas en la Ciudad de México. Así es: en esta capital donde desde hace muchos gobiernos se ha querido “blindar” la imagen de seguridad y de que “aquí no pasa nada”.
Pues el revelador testimonial de este criminal, que paga su pugna en un reclusorio de la CDMX, indica que muchos de los cárteles que operan en la capital del país han utilizado distintos puntos en la periferia y zona conurbada para deshacerse de los cuerpos de sus víctimas.
El testimonio de un arrepentido sicario
Se llama Francisco y tiene 23 años. Lleva preso más de 1,000 días. Está ahí porque su jefe, líder de una facción del Cártel de Tláhuac, le encargó matar y desaparecer el cuerpo de un comerciante cuyo nombre ni siquiera recuerda.
Pero que tenía carnicerías por metro Zapotitlán. Francisco lo hizo deseoso de ganar esos $20,000 prometidos. Secuestró a la víctima, la asesinó en una casa seguridad y abandonó sus restos en la zona de Cuemanco, cerca de la pista olímpica de remo y canotaje «Virgilio Uribe».
Sin embargo, cuando Francisco quiso cobrar el trabajo su jefe no le dio el dinero acordado sino un auto usado color caqui.
Él ensó en conducirlo un par de semanas y luego venderlo. Pero un día del 2016 una patrulla se atravesó en su camino.
Y el auto tenía reporte de robo. Por lo que acusaron a Francisco de un falso delito, no en sí por su verdadero crimen.
Revelando fosas clandestinas
El periodista le preguntó a Franciscp si hay cementerios del crimen organizado en la capital mexicana.
La respuesta es horrorosa: el grupo para el cual trabajó tenía fosas clandestinas en Cuemanco. Otro punto era en el Barrio Alto de Cuautepec, Alcaldía Gustavo A. Madero.
También señaló que existen otras por Milpa Alta, en una zona de nopaleras. Y que en el Ajusco es donde existen muchísimas más fosas que en ningún lugar.
Precisamente en ese punto de la alcaldía Tlalpan sucedió algo inédito en la historia de la Ciudad de México:
El pasado 8 de agosto unas 50 personas, la mayoría madres de desaparecidos, se citaron a las 9 de la mañana para escarbar la tierra del Valle del Tezontle y buscar huesos de víctimas del crimen organizado.
Los capitalinos habíamos visto escenas como esas a la distancia, familias que caminan por zonas peligrosas queriendo y no encontrar a sus familiares bajo esa tierra a la que le van encajando varillas, para saber si alguien la removió hace poco para cavar una fosa clandestina.
A esas madres coraje las habíamos visto en Nuevo León metiendo las manos en la tierra, separando piedra caliza de dientes humanos, en Sinaloa examinando fémures tratando de identificar si son de humano o de fauna silvestre, en Guerrero, Jalisco, San Luis Potosí, Baja California, en todos los epicentros de nuestro dolor nacional.
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Pero las madres de desaparecidos no las habíamos visto aquí en la capital hasta este martes. Así lo cuenta el periodista Oscar Balderas.
