La ciudad de Querétaro se a convertido un feudo para las familias de los Narcotraficantes más poderosos del país, es una zona neutra para ellos.
Donde nadie entre Narcos se puede tocar y la familia es respetada, esto obedece a uno de los muchos pactos que se acordaron en alguna de las muchas Narcocumbres llevada acabo por incluso altos funcionarios del Gobierno Federal. Querétaro no ha quedado exento de la presencia del narco.
En 2008 en una junta de la “Federación de cárteles” en Monterrey Nuevo León, se acordó que territorios como Querétaro y Tlaxcala debían ser respetados, En el estado existe la presencia de organizaciones como los Beltrán Leyva y el cártel de Juárez. El acuerdo consistía en sí vender droga en estos dos estados, pero no realizar asesinatos al declararlo “zona neutra”.
La función que cumple Querétaro para las organizaciones criminales es meramente de descanso. Las familias de algunos capos de la droga habitan en distintos municipios como Tolimán, Jalpan, San Juan del Río y la capital.
Es lugar de paso y de vacaciones para algunos narcotraficantes, y como no vienen a hacer escándalos las autoridades no están enteradas, ni tienen la mayor sospecha o por lo menos eso quieren hacer creer a la población. Estos hechos los he podido corroborar de primera mano, se los aseguró.
Por si sola la ciudad luce muy tentadora para el tráfico de estupefacientes, esto debido a su paso estratégico del sur del país al norte, por lo cual apoderarse de la ciudad, controlarla o manejarla suena muy tentador para un solo cartel la lucha valdría la pena si el resultado es favorecedor para el retador.
Es por eso que hace algunos años cuando Treviño Morales el Z40 y Heriberto Lazcano Lazcano «El Lazca» comandaban a el grupo de los Zetas, dieron la orden de conquistar Querétaro, para esto juntaron a sus mejores hombres y les encomendaron la misión de tomar el territorio.
La orden estaba dada, sicarios se concentraron cerca de la capital en una pequeña población, que por seguridad de los habitantes evitaremos mencionar su nombre, aproximadamente y de manera desmesurada 50 camionetas repletas de Sicarios salieron de su base con rumbo a la capital Queretana, pero un pitazo alerto a las autoridades municipales, estatales, y federales, el convoy iba armado hasta los dientes, con decenas de hombres y con listas en sus manos de nombres y direcciones, personas a las que tenían que levantar y desaparecer, vendedores de droga, protectores, e incluso a familiares de los capos más poderosos del país.
El comando armado estaba a pocos minutos de llegar a la ciudad, cuando en la desviación hacia San Miguel de Allende ya se encontraban las fuerzas federales fuertemente armados esperando lo peor de lo peor «Una violenta reacción del comando de Zetas», la cual nunca ocurrió debido a que un funcionario de alto rango del gobierno se comunicó previamente con los líderes Zetas para notificarles que ya sabían de la intención de tomar Querétaro y su plan, los animo a desistir explicándoles las muchas contras que existían de llevarse a cabo el plan, como el exterminio de su Cartel con la unión de Gobierno Federal y la Federacion (Carteles Unidos) que de por si ya estaban más que unidos, para terminar con ellos de una vez por todas.
A unos minutos del choque, «El Lazca» llamo y notificó al dirigente del comando para que diera marcha atrás, al igual que el funcionario de gobierno, llamó al encargado del operativo y pidió que no se tocará al comando, le dijo a el encargado que todo estaba arreglado, el comando a escasos 200 metros de las Fuerzas Federales giro y se perdió en la noche, durante días todo el estado se puso en alerta para evitar la toma del estado.
Esto no detuvo la filtración del estado por los Zetas aunque no tomaron la ciudad como pensaban poco a poco se han ido inmiscuyendo entre la población, Narcomantas y ejecutados han aparecido por todo el estado indicando que el grupo se encuentra presente y su rivalidad con otros carteles.
Entre la población se a dicho infinidad de veces que Juan José Esparragoza Moreno «El Azul» y Joaquín Archivaldo Guzmán Loera «El Chapo» son dueños de espléndidos ranchos y propiedades palaciegas en el Estado y su capital Santiago de Queretaro, a estos grandes capos les gusta vivir en lugares como Juriquilla o varios fraccionamientos opulentos de la capital.
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A «El Azul» (Quien también fingió su muerte) se le a visto frecuentar un restaurante muy conocido en la ciudad en el meritito corazón de la capital frente al mismísimo palacio de gobierno estatal, todos lo ven, las autoridades saben quien es, incluso hasta es protegido por la misma policía estatal.
Y en el estado no pasa nada…