Este sábado se cumplieron cuatro semanas del secuestro por parte del crimen organizado, de cuatro agentes de la Policía Municipal de Churumuco.
Que hasta la fecha no han sido localizados. Pese a lo grave del asunto, los uniformados han sido olvidados por el municipio (gobernado por el hermano de un jefe delincuencial local) y un indolente gobierno estatal. El sábado 11 de enero, sicarios del Cártel de Zucuirán que dirige Miguel Ángel Gallegos Godoy “El Migueladas” y sus aliados del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Lanzaron un ataque a Churumuco en la lucha por la plaza criminal, controlada por Los Viagras y su líder local, Gabino Barrera Estrada, hermano del alcalde de ese municipio, Rodimiro Barrera. Los Viagras, con sus aliados de Carteles Unidos y presumiblemente la Policía Municipal de Churumuco, enfrentaron el ataque, muriendo dos agentes municipales ese dia, mientras que otros cuatro fueron privados de la libertad.
Aunque autoridades estatales y federales sabían de los enfrentamientos y bloqueos carreteros que tenían lugar en Churumuco y sus inmediaciones -lo que se sabe por reportes de seguridad que generaron al momento de los hechos-, no se trasladaron al sitio hasta que los delincuentes se retiraron.
Durante dos días el gobierno del estado mantuvo absoluto silencio sobre el secuestro de los agentes, hasta que el lunes 13 de enero, el secretario de Seguridad Pública, Israel Patrón Reyes, dio breves declaraciones informando del hecho.
Luego, volvió el silencio del gobierno estatal, que tampoco hizo ningún señalamiento respecto a los vínculos del actual alcalde de Churumuco con la delincuencia organizada -que datan desde 2007 cuando gobernó por primera vez–.
Olvidados por el gobierno y la sociedad, hoy se cumplen cuatro semanas del secuestro de los cuatro agentes secuestrados por el Cártel Jalisco en Churumuco, el 11 de enero el 2020.
