Edwin Agustín Cabrera Jiménez, conocido en el bajo mundo como ‘El Antuan’, fue uno de los narcomenudistas y extorsionadores más conocidos durante la década pasada.
Quien se caracterizó por vestir de forma similar a ‘La Barbie’, como si se tratara de un ‘narcojunior’, ‘El Antuan’ el liderazgo de un conocido grupo delictivo en la Ciudad de México, el cual de un inicio era de los hermanos Magaña, quienes se alinearon a ‘La Barbie’, es por ello que adoptó su estilo para vestir, algo que rompía con los estereotipos de otros narcotraficantes.
Tras la desarticulación y captura de estos últimos, ‘El Antuan’ emergió como figura central del crimen organizado, extendiendo las operaciones más allá de las tradicionales zonas de influencia, en particular la Zona Rosa y a lo largo de la Avenida Insurgentes.
“Los hermanos Magaña, fueron ultimados o apresados, y con el paso del tiempo abrieron paso a su sobrino ‘Antuan’, para que se hiciera cargo del grupo delictivo, de sobra ambicioso y con un narco perfil más similar a los tiempos que se vivía, es decir, un perfil más de junior, atlético y de maneras fresas, ‘Antuan’ aceptó colaborar con La Barbie, aun después de su captura en 2010, un año más tarde, ‘Antuan’ y sus cómplices, ya se habían expandido más allá de la Zona Rosa, a través de Avenida Insurgentes, una de las más emblemáticas vías de la Ciudad de México, que la cruza de norte a sur”, narra Antonio Nieto en su libro ‘Cártel Chilango’.
Dicho ascenso, coordinado en parte con Édgar Valdez Villarreal, alias ‘La Barbie’, marca una evolución tanto en el perfil como en el modus operandi de la organización.
La influencia de ‘El Antuan’ y su primo Luis Felipe Chávez Cabrera, alias ‘El Damián’, en áreas emblemáticas de la vida nocturna de la Ciudad de México, subraya la penetración social y la diversificación de intereses del grupo a su cargo.
“Edwin Agustín Cabrera Jiménez, ‘El Antuan’, se le veía con su primo Luis Felipe Chávez Cabrera, ‘El Damián’, en los VIP de la Condesa y Zona Rosa, con camisas italianas, brindando con voluptuosas chicas sudamericanas, ‘Antuan’ es de tez blanca, ojos claros y barba perfectamente delineada, pese a ser de la Romero Rubio, no tiraba barrio, como se dice.
Porque así se lo propuso, estaba más identificado con el look de Édgar Valdez Villarreal, ‘La Barbie’, quien alto y rubio, solía vestir playeras Ralph Lauren ajustadas que lo diferenciaron del cliché de narcotraficante, ese de botas de cocodrilo, cinturón piteado, bigote y sombrero, tan instalado en el imaginario colectivo”.
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La trayectoria y estrategias de ‘El Antuan’ no solo demuestran una adaptación al cambio de era en el narcotráfico sino también una sofisticación en las prácticas y en la imagen del narcotraficante mexicano.