José Rodrigo Aréchiga Gamboa, fue un joven sinaloense de una familia de clase media que estaba ajena del crimen organizado.
Por lo que en su infancia tenía otros objetivos que de una forma el tiempo lo fue llevando con el Cártel de Sinaloa. ‘El Chino Ántrax’ como mayormente se le conoció, anhelaba ingresar a las filas del Ejército Mexicano para ser piloto, algo que al final no pudo concretar debido a que no pudo aprobar el examen físico.
El originario de Culiacán no pudo cumplir su objetivo debido a que tenía una enfermedad en la piel conocida como psoriasis, con lo cual fue tomado como inútil para la patria, es por ello que mejor decidió seguir con sus estudios universitarios. Fueron solo tres años los que duró en la universidad en la facultad de Arquitectura.
Sin embargo, los compromisos con su esposa e hija lo obligaron a olvidarse de su sueño de la construcción, por lo que intentó emprender en un puesto de hamburguesas, aunque hay otras versiones que indican que también trabajó de taquero.
Su amistad con uno de los hijos de Ismael ‘El Mayo’ Zambada, fue lo que lo llevó a pertenecer al Cártel de Sinaloa, debido a que ‘El Chino’ lo contactó para ver si podían ofrecerle algún trabajo, pues la falta de dinero y las responsabilidades de padre de familia no le daban otra opción.
Fue entonces que comenzó al realizar algunos encargos de los jefes, además de ser escolta de Vicente Zambada Niebla, ‘El Vicentillo’, lo que lo fue llevan a escalar dentro de la organización hasta fundar el brazo armado que defendería a la facción de ‘El Señor del Sombrero’.
‘El Chino Ántrax’ comenzó a adquirir fama a finales de la década de los 2000, y tras la salida de las redes sociales y el auge que estas comenzaron a tener en México, decidió crearse una cuenta de Instagram, en la que presumía todos sus lujos.
Bajo el ‘nickname’ de miauuuu5_7, José Rodrigo comenzó a crecer en seguidores en la plataforma de la camarita, pero entre los seguidores jamás se esperó que estuvieran agentes de Estados Unidos alertas a sus publicaciones.
Captura y muerte de ‘El Chino Ántrax’
El 31 de diciembre del 2013, el peligroso sicario del Cártel de Sinaloa fue capturado por las autoridades de Países Bajos, cuando iba llegando a la ciudad de Ámsterdam con el fin de recibir el 2014, algo que logró, pero desde una prisión en aquel país europeo.
Meses más tarde fue extraditado en Estados Unidos, donde permaneció tras las rejas aproximadamente 6 años y después fue puesto bajo arresto domiciliario, del cual escapó para regresarse a su natal Culiacán.
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El 15 de mayo de 2020, autoridades encontraron su cadáver, así como el de su hermana y su cuñado, quienes quedaron dentro de un automóvil BMW, los tres con impactos de bala y signos de violencia.