Actividades como buscar trabajo, dar un paseo con los amigos o salir del hogar para realizar algún tipo de compras hoy en día pueden terminar en tragedia.
Así ha sido para miles jóvenes que realizaban alguna de estas acciones antes de ser reclutados o ‘levantados’ por una de las organizaciones más peligrosas de México: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Aunque algunos de los métodos que el crimen organizado emplea.
Para reclutar a gente ―ya sea de manera voluntaria o forzosa― son conocidos desde hace años, padres, madres, hermanos e hijos se han enfrentado a la dura realidad de manera propia, pues las autoridades suelen ignorar las denuncias o inician las investigaciones demasiado tarde.
Tal fue el caso de Alejandrina Orozco Romano, madre de Joaquín Gómez Orozco, un joven estudiante de preparatoria de 17 años que desapareció en Tepic, Nayarit, el 30 de marzo de 2023, luego de salir a buscar empleo por la temporada de Semana Santa.
El caso de Gómez Orozco, uno de los más de 14 mil de los que hay información en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), tomó relevancia en su momento por un hecho insólito: una semana después de su desaparición, el joven logró ponerse en contacto con su madre para informarle que había sido secuestrado.
Sin embargo, las autoridades no ayudaron a Alejandrina, quien hasta la fecha siguen sin saber el paradero de su hijo.
De acuerdo con una investigación realizada, antes de que Orozco Romano supiera que su hijo había sido ‘levantado’ por el crimen organizado, la mujer acudió a la Fiscalía General del Estado (FGE) de Nayarit para solicitar ayuda.
La querella también fue turnada a Zacatecas pero la respuesta, al igual que en otros casos, fue deslindar responsabilidades. “Cuando puse la denuncia, me dijeron en la Fiscalía de Tepic: ‘A lo mejor su hijo se fue de vacaciones’”, relató Alejandrina al medio ya citado.
La respuesta sobre el paradero de su hijo llegó mientras ella y otros familiares se encontraban colocando afiches de búsqueda en las calles de Nayarit. En la avenida México y Allende, un joven se le acercó y reveló que su hijo había sido llevado por gente del CJNG a Tala, Jalisco.
Métodos del CJNG
Declaraciones de sobrevivientes de reclutamiento del CJNG revelaron en 2017 las prácticas y métodos que la organización, liderada por Nemesio Oseguera Cervantes, suele emplear para mantener estables sus filas. Entre ellas se encuentra falsas ofertas de trabajo y comunicación con sus víctimas mediante redes sociales.
Los reportes señalan que, en aquel año, la edad de las víctimas oscilaba entre los 20 y 25 años, mismos que tenían dos opciones tras ser privados de la libertad: o trabajaban para ‘El Mencho’ o ellos y sus familias se enfrentaban a las consecuencias. Tal fue el caso de Gómez Orozco:
“Tengo mucho miedo y me dijeron que si yo los traicionaba me iban a matar a mí o a ustedes. Ven por mí, por favor. Me dejaron en una plaza con droga de ellos”.
Esas fueron las palabras con las que Alejandrina Orozco tuvo conocimiento que su hijo había secuestrado y se encontraba en El Obraje, Zacatecas.
“Me pidió ayuda, me dijo que tenía mucho miedo. Me pudo marcar porque quienes lo tienen retenido habían bajado a comprar a un Oxxo (…). Hablamos como 15 minutos. Me marcó de un número desconocido, ese día estuvimos conversando en diversos momentos, pero desde ahí, ya no he vuelto a saber de él”, relató Alejandrina.
Pese a que pidió ayuda a las autoridades locales, estatales y federales ―incluido el presidente Andrés Manuel López Obrador, según refirió― , sus suplicas fueron ignoradas y, hasta la fecha, sigue sin saber qué fue lo qué pasó con su hijo.
“Pedí que intervinieran la sábana de llamadas del teléfono que el cártel le dio a mi hijo para ‘trabajar’ y me respondieron que eso no lo podían hacer, que no podían vulnerar sus derechos (de los criminales), pero los derechos de mi hijo secuestrado, esos sí se pudieron vulnerar”, acusó.
De acuerdo con datos del Gobierno de México y de la Comisión Nacional de Búsquedas (CNB), al corte del 8 de enero de 2024 Jalisco ―bastión del CJNG― se posiciona como la entidad con mayor número de desapariciones, con un total de 14 mil 930.
Le sigue Tamaulipas, con 12 mil 951 y el Estado de México, con 12 mil 221.
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Nayarit, Zacatecas, Michoacán y Aguascalientes, otras zonas con alta presencia del CJNG, suman mil 890, tres mil 779, cinco mil 627; y 328, respectivamente.