En medio de la violenta confrontación que encabezaba contra Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán e Ismael ‘El Mayo’ Zambada en 2009, Arturo Beltrán Leyva.
Decidió hacer una lujosa fiesta. Creyó que con el país enfocado en las celebraciones decembrinas nadie lo buscaría. Estaba equivocado. La noche del 10 de diciembre, ‘El Barbas’ recibió a sus socios, a jefes policiacos, artistas y —según la información disponible— políticos en su ostentosa residencia, una vivienda marcada con el número 124 de Paseo de los Naranjos en el exclusivo fraccionamiento de Los Limoneros en Cuernavaca, Morelos.
Información compartida por el periodista Noah Hurowitz en su libro El Chapo: la historia no contada del narcotraficante más infame del mundo especifica que el jefe del clan criminal no reparó en gastos para el evento.
Docenas de escorts paseaban entre los invitados mientras Ramón Ayala y sus Bravos del Norte amenizaban la noche con su música. Otros artistas que fueron invitados al evento del capo fueron Los Cadetes de Linares y el Grupo Torrente.
El ambiente de júbilo fue interrumpido súbitamente por un operativo de la Secretaría de Marina (Semar). Una reconstrucción de los hechos compartida en aquel entonces por el Blog del Narco detalla que los elementos de la Armada tocaron la puerta y dijeron que estaban invitados al festejo.
“¡No, no, ya estamos completos!”, gritó uno de los sicarios cuando el encargado de vigilar la entrada preguntó si esperaban a alguien más. En ese momento, en plena madrugada del día 11 de diciembre, inició la balacera.
Los marinos tenían información de que en la casa estaban ‘El Botas Blancas’ —como también se le conocía a Arturo Beltrán Leyva— y Édgar Valdez Villarreal, alias ‘La Barbie’, que para ese entonces eran objetivos prioritarios del gobierno. Versiones extraoficiales señalan que también estaba presente Héctor Beltrán Leyva, pero esto no fue confirmado por las autoridades.
Durante el intercambio de balas, una camioneta gris con placas 102WPH abandonó el lugar con ‘El Barbas’ y ‘La Barbie’ dentro. Aparentemente, el jefe de los Beltrán Leyva resultó herido en la confrontación y usó dicho vehículo para escapar. La unidad fue localizada horas después en el trayecto hacia la autopista México-Cuernavaca.
Lo que el autonombrado ‘Jefe de Jefes’ planeó como una fiesta terminó en una lluvia de fuego que dejó un saldo de tres sicarios muertos, once detenidos y casi 40 asistentes de la fiesta aprehendidos por las autoridades, incluidos músicos y trabajadoras sexuales.
Beltrán Leyva se refugió en un departamento del conjunto habitacional Altitude, en otra de las lujosas zonas residenciales de la capital morelense.
Ahí pretendía resguardarse de las fuerzas federales, pero su periodo de seguridad duró apenas cinco días. El 16 de diciembre, un escuadrón de 200 agentes de la Semar irrumpió en el lugar y se enfrentó con los hombres de ‘El Barbas’ durante casi cuatro horas.
Te puede interesar: ¿Qué cenará Ovidio Guzmán? Así será su primera Navidad en el Centro Correccional Metropolitano
Beltrán Leyva llamó a ‘La Barbie’ para pedirle refuerzos, pero este ignoró la instrucción y abandonó al capo a su suerte. Finalmente, ‘El Botas Blancas’ y su comando sucumbieron ante el arsenal de la Armada. Las fuerzas federales presumieron la escena del inmueble ensangrentado y el cuerpo semidesnudo de Beltrán Leyva, cobijado por una sábana de billetes.
