Las aguas del Mar de Cortés reflejaron las siluetas de los cuatro helicópteros Blackhawk de la Secretaría de Marina que salieron de la Base Militar de Baja California.
Con rumbo al rancho Santa Clara; eran las periferias de Culiacán, Sinaloa, del 13 de febrero de 2014, en donde un operativo de la Administración para el Control de Drogas (DEA) y de la Secretaría de Marina se desarolló para detener al líder del Cártel de Sinaloa, Ismael El Mayo Zambada, pero todo falló.
Cinco años después -cerca del fin del juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán- el agente de la DEA, Víctor Vázquez narró cómo casi 100 agentes estadounidenses y mexicanos no pudieron capturar al llamado “Señor del Sombrero”. De 2008 a 2014 Víctor Vázquez trabajó en México investigando a Zambada García, a Guzmán Loera y a Rafael Caro Quintero.
Su orden era capturarlos. Por ello siguió por meses los pasos del Mayo, se aprendió sus rutinas, vigiló a la gente que lo cuidaba y esperó el momento exacto para ir por él hasta Sinaloa.
El operativo de la DEA y la Marina arrancó a mediados de enero de 2014. Camiones cargados con agentes federales se aposentaron en la sindicatura de El Dorado: realizaron cateos, patrullaban en silencio las calles y detuvieron a algunos de los hombres más cercanos al Mayo Zambada.
El exagente de la DEA testificó que dormía, viajaba y volaba con la Secretaría de Marina -no quisieron incluir a la Policía Federal y Estatal por su alto nivel de corrupción-; hasta que el 13 de febrero decidieron dar el golpe decisivo: cerca de 100 elementos por aire y tierra se aproximaron con sigilo al rancho de los Zambada.
A pesar de seguir sus pasos en Sinaloa por un mes completo, cuando ingresaron a la propiedad El Mayo Zambada no estaba: no había casi nadie, salvo el velador y una persona más que resultaron arrestados; junto a ellos un arsenal de “cientos de armas”.
¿Simulación o estrategia de la DEA y la Marina?
Una semana después del fallido operativo de la DEA y la Secretaría de Marina, Joaquín El Chapo Guzmán fue detenido en un hotel de Mazatlán, Sinaloa, por un reducido grupo de marinos que recibieron la alerta de hombres armados cerca de un edificio de 10 pisos: eran aproximadamente las 04:30 horas de la madrugada del 22 de febrero.
El operativo en Sinaloa duró del 13 al 17 de febrero y aunque la orden era capturar al Mayo Zambada el periodista Javier Valdez publicó -el 23 del mismo mes- su artículo “La estrategia de la DEA y la Marina, simular la detención de El Mayo”.
Y es que mientras toda la atención se fijó en capturar al capo que nunca a pisado la cárcel -El Mayo-, en un “discreto” operativo catearon la casa de Griselda López Pérez -exesposa del Chapo- y días más tarde el número 401 del condominio Miramar en el malecón de Mazatlán.
El Chapo Guzmán estaba de rodillas rodeado por 24 agentes de la Secretaría de Marina -dijo el agente de la DEA-; junto a él también se encontraban sus dos hijas gemelas y su esposa, Emma Coronel.
La intensa persecución de El Mayo Zambada concluyó el 13 de febrero cuando no lo encontraron en su rancho y seguramente ya había escapado a las montañas; pero los marinos ya tenían a un detenido a quien -según Víctor Vázquez- “no conocían”.
Por eso cuando el integrante de la DEA llegó al estacionamiento del edificio le pidieron que lo identificara: “eres tú”, soltó el agente nacido en Durango que iba por “El Señor del Sombrero” pero terminó esposando al Chapo Guzmán.