Como si fueran sacados de una caricatura, «El Chapo»,»El Ratón», «El Mochomo», «La Barbie», «La Tuta», «La Troca», son algunos de los apodos.
Que han pasado a ser parte de la descripción de un operativo policiaco que si bien en otros países puede ser una manera muy extraña de hacerlo, en México, esto no suena para nada raro. Y es que según los que saben, llamar a un narco por su sobrenombre, ya forma parte del lenguaje habitual y de la cultura popular.
Es por eso que no nos extraña que en los medios de comunicación se hable de «El Erótico», «El Hummer», «La Perra», «El Guano» o «El Pozolero». De hecho, algunos de los capos del narco más buscados son conocidos por su alías y no por su nombre real, como sucedió con «El Lazca», líder del extinto cártel de Los Zetas.
Sin embargo, en el apodo también se lleva un mensaje. En al año 2009, el escritor sinaloense, Elmer Mendoza, dijo para la BBC Mundo, que él conocía a uno que en su apodo llevaba la fama, «Es parte de la intimidación. Yo conozco a uno que le dicen «La Muerte», y en el nombre lleva la fama», explicó.
¿De dónde vienen los apodos de los narcos?
Otros de los «alías» conocidos de capos que han formado parte de distintos grupos criminales en México, son el de «El Policharro», «El Robachivas», «El Más Loco», «El Macho Prieto», «El Güero Taco», «El Kitty», «La Tigra», «El Caramuela».
De hecho, según el medio de comunicación antes mencionado, casi todos estos apodos son un orgullo para sus portadores
Muchos apodos provienen desde que son personas menores de 18 años, pero en otros casos, son una muestra de poder y ascenso dentro de las organizaciones.
Como en el caso de Manuel Salcido, alías «El Cochi Loco», quién fue asesinado en el año de 1991 y quién de acuerdo con expertos, él se habría ganado su apodo por en vida haber sido extremadamente violento. Otro ejemplo es el de «El Pozolero» a quién también se le conocía cómo «El Cago», pero que se llama Santiago Meza López, que confesó haber disuelto a 300 personas en ácido mientras formaba parte del Cártel de Tijuana.
Otros se gana su apodo por el lenguaje coloquial del lugar en el que viven, como «El Chapo», pues en Sinaloa, así se les dice a los hombres de baja estatura, y en el caso de quién en su momento fue uno de los líderes más buscados del Cartel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera mide 1.55 metros.
Apodos fuera de serie
Otros apodos que se han convertido en parte de la historia de la historia de los cárteles en México, hacen alusión a personajes o cosas inofensivas, pero que es todo lo contrario.
Uno de los nombres más sonados a finales de la primera década de los 2000 fue el de Edgar Valdez Villarreal, quién era más conocido cómo «La Barbie» y formaba parte de los Beltrán Leyva, y fue catalogado como uno de los narcotraficantes más sanguinarios de dicho grupo, quién de acuerdo con la información de Reuters, un policía de la CDMX, dijo que lo apodaban así por ser rubio, pero que no era de su agrado ser llamado así.
El «Winnie Pooh», así fue apodado Óscar Guerrero, gracias a su tono amarillento de piel y su gruesa corporalidad; a Alberto Espinoza Barrón, se le conocen como “La Fresa” y a Germán Torres Jiménez como “El Tatanka”, por su parte uno de los fundadores del extinto cártel de los Z fue Gustavo González Castro a quién se le conoce como “El Erótico”.
Apodos de los que nacieron canciones
Los narcocorridos se han popularizado mucho en los últimos años y sus nombres son muy fácil de recordar, pues todos están titulados con los apodos de quién es han marco la historia dentro del narcotráfico en México.
«El Jefe de Jefes», es uno de los temas más populares de Los Tigres del Norte y es el apodo de uno de los fundadores, del cártel de Guadalajara, Miguel Ángel Félix Gallardo.
Baltazar Díaz, conocido cómo «El Balta», fue uno de los narcotraficantes más buscados en la década de los 90 en México, sin embargo, pudo escapar varías veces de las autoridades, y en alusión a eso, Juan Villarreal le dio vida al corrido «b», hasta la fecha su casa en Culiacán es custodiada por autoridades y uno de los lugares del que se siguen contando leyendas urbanas.
«El Narco de Narcos», «R1″,»Don Rafa», eran algunos de los apodos del recientemente detenido Rafael Caro Quintero, que si bien ha sido más conocido por su nombre que por sus apodos, ha sido inspiración para muchos autores para ser el actor principal en sus corridos, como que el de «La leyenda de Caro Quintero» de Gerardo Ortiz.
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«Soy el Ratón», es el corrido al que le dio vida, Código FN, haciendo alusión a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo Guzmán detenido el pasado 05 de enero del 2023, en lo que fue el segundo «Culiacanazo».