Los cuerpos de tres hombres ejecutados a balazos, fueron encontrados la noche de ayer en un rancho del municipio de Los Ramones, Nuevo León.
Por uno de sus familiares, quien acudió a buscarlos ya que no regresaban de darles de comer a unos animales. Las autoridades recibieron el reporte del triple homicidio alrededor de las 22:00 horas, en un rancho sin nombre ubicado en Camino al Refugio kilómetro 2, en Los Ramones.
El papá de uno de los fallecidos, es quien encontró los cuerpos, al ir a buscar a su hijo, ya que no regresaba de darles de comer a los animales, además no contestaba su celular, ni su amigo que lo había acompañado.
Los cadáveres estaban juntos, dos boca arriba y uno boca abajo, todos con impactos de bala en la cabeza, y a unos metros dos camionetas en que habían llegado, una estaba encendida, y fueron identificados como Rodolfo Fernando, Chepo (José María) y César.
En el caso de Rodolfo Fernando, se estableció que aproximadamente a las 18:00 horas llegó a su domicilio uno de sus amigos, conocido como Chepo (José María).
Los señalados tienen unas borregas las cuales están en unos corrales propiedad de la familia de Chepo, por lo que fueron a darles de comer, dando aviso Rodolfo a su papá, y Chepo al suyo.
Como el padre de familia se percató de que ya habían pasado varias horas de que su hijo se había ido, y que por lo regular no se tardan cuando van a darles de comer a los animales, decidió marcarle a su celular, ya que ya eran aproximadamente las 21:00 horas, y su hijo no le contestaba, el teléfono timbró varias veces, por lo que al no tener respuesta de su hijo decidió marcarle al celular de Chepo y la llamada entró directo a buzón.
Ante los hechos el papá de Rodolfo acudió a los corrales en compañía de su esposa y al llegar observó a su hijo, a Chepo, y otra persona llamada César, tirados sin vida.
En el lugar estaba una camioneta Cheyenne color blanca encendida, la cual era de Chepo, así como otra unidad, al parecer de otro de los fallecidos.
El papá de Chepo también acudió al lugar acompañado de sus familiares, ya que otro de sus hijos le había avisado que le dijeron que habían matado a su hermano en las marraneras donde tenía animales.
Dos de los cuerpos estaban en posición decúbito ventral (boca abajo) y uno en posición decúbito dorsal (de lado), a los cuales se les apreció impactos de proyectil de arma de fuego en la región occipital.
Elementos de la policía estatal arribaron al lugar para tomar conocimiento de lo sucedido, así como personal de la Agencia Estatal de Investigaciones y del Instituto de Criminalística y Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado.
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Después de que se dio fe de los cadáveres, los cuerpos fueron trasladado en la Unidad del Servicio Médico Forense al Anfiteatro del Hospital Universitario para la autopsia correspondiente.