Jessica Johanna Oseguera González, alias la Negra, hija del narcotraficante Nemesio Oseguera Cervantes alias el Mencho, el Señor de los Gallos, o el Gallero.
Líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), obtuvo millonarios ingresos derivados de las actividades financieras de un restaurante, una marca de tequila, unas cabañas, una empresa agrónoma y una compañía de publicidad relacionados con el grupo delictivo que comanda su padre y por los que actualmente purga una condena de 30 meses de cárcel en Estados Unidos.
De acuerdo con los fiscales, la Negra se había reunido en al menos dos ocasiones con el Mencho en las cabañas de su propiedad. Y además, con todas las empresas, habían conformado un esquema de lavado de dinero al servicio de los negocios ilícitos del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Durante la revisión financiera de Oseguera González se encontró que Mizu Sushi, era un restaurante que supuestamente usaba Jessica Johanna para lavar dinero para el CJNG.
Otro hallazgo por el que actualmente está tras las rejas fue que no se encontraron pagos de parte de tres empresas hacia Jessica: de Tequila Onze Black, de las Cabañas Las Flores y de la compañía JJGON. En total, en seis cuentas relacionadas a estas sociedades, generó alrededor de $1,516,000 dólares ($30 millones de pesos) en cinco años.
La Negra abrió 5 empresas con presuntos nexos con el CJNG, en los dos años 9 meses que corrieron de septiembre del 2009 a junio del 2012, justo en los tiempos que su padre ya fundaba el CJNG tras la caída y desaparición del Cártel del Milenio, grupo criminal del que formó parte.
La hija del Mencho fue detenida en Washington, en febrero de 2020 al salir de la audiencia de detención de su hermano Rubén Oseguera alias el Menchito, quien está acusado de ser uno de los líderes del Cártel Jalisco Nueva Generación y quien enfrenta cargos de narcotráfico por los que puede ser sentenciado a cadena perpetua.
Te puede interesar: VIDEO: Así quedaron 8 Sicarios tras enfrentamientos en Tamaulipas entre el CDG y el CDN
Oseguera González, de 34 años, se declaró culpable en marzo de los cargos que enfrentaba, y el 11 de junio pasado fue condenada en un tribunal federal de Washington a la pena máxima que enfrentaba, 30 meses de cárcel, es decir, dos años y medio en la cárcel.