El 6 de junio, en México se llevará a cabo el proceso electoral para renovar a más de 2,000 puestos de gobierno en los 32 estados de la república.
La jornada se realizará el 6 de junio de 2021, siendo estas votaciones las más importantes para la nación y por lo tanto uno de los escenarios con mayor participación e influencia el crimen organizado. Se elegirán nuevos gobernadores en Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Campeche, Querétaro, San Luis Potosí, Tlaxcala y Zacatecas.
En total serán renovados 30 congresos locales, es decir, 1,063 diputados estatales; además de 1,926 ayuntamientos y juntas municipales, igual en 30 entidades; para lo cual deberán contratarse más de 50,000 supervisores y capacitadores estatales, según estimaciones del INE.
Para esto hay que tomar en cuenta que de diciembre de 2019 a noviembre de 2020, los municipios más violentos de mayor a menor fueron Apaseo el Alto, en Guanajuato; Zamora, Michoacán; Amacuzac, Morelos; Jacona, Michoacán; Bocoyna, Chihuahua; Manzanillo; Colima; Tulum, Quintana Roo; Caborca, Sonora; Calera, Zacatecas, etc.
La periodista mexicana Anabel Hernández ha documentado desde hace más de 15 años las operaciones de los cárteles de la droga en México y su conexión con el poder político y empresarial. Sus investigaciones se basaron en entrevistas con miembros de la delincuencia organizada y expedientes oficiales de autoridades de México y Estados Unidos.
De esta manera ha podido dar cuenta del papel que juegan políticos, empresarios y narcotraficantes en períodos electorales como los de junio próximo. Los cárteles, incluyendo los trasnacionales, tienen dos intereses principales en los comicios: uno es el control territorial para la producción, tráfico y comercialización de las drogas, así como zonas francas y seguras para sus familias.
El segundo es obtener contratos legales del gobierno o facilidades para hacer inversiones en el sector industrial, comercial o inmobiliario, a través de empresas constituidas legalmente, con las cuales lavan sus ganancias ilícitas.
El 2021 puede mostrar qué tanto apoyo retiene AMLO con sus primeros dos años o, por el contrario, cuánto espacio recuperará la oposición; siendo el Partido Revolucionario Institucional (PRI) el que más tiene en juego pues rige 8 de las 15 gubernaturas que se renovarán.
En las próximas elecciones federales aparecerán principalmente candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y aliados, y un frente opositor encabezado por PAN-PRI-PRD.
Detrás de algunos candidatos estarían los intereses de los más importantes carteles del narcotráfico en el país, quienes en otras ocasiones, según la periodista, han incluso logrado meter a la lista de candidatos a subordinados, socios, amigos, familiares y hasta parejas sentimentales.
Sinaloa
A nadie sorprende que Sinaloa sea uno de los estados más corroídos por el narcotráfico. Sede de una de las las organizaciones criminales más poderosas del país, ahí se ha logrado silenciar a la sociedad civil y corromper a los poderes públicos.
Un ejemplo notorio es el caso de la guardería Estancia Infantil Niño Feliz, vinculada directamente a la esposa e hijas de Ismael “El Mayo” Zambada, capo del Cártel de Sinaloa. En los últimos sexenios la guardería ha obtenido de la Delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) millonarios contratos multianuales. Contratos que siguen vigentes en la administración de Andrés Manuel López Obrador, según documentó Hernández en El Traidor.
Leobardo Alcántara Martínez, contendiente por el PT para gobernar el estado, tuvo en su momento cercanía personal con Lucero Sánchez López, la “chapodiputada” que ocupó un lugar en el Congreso de Sinaloa (2013-2016) como parte de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) en 2013-2016.
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Para Sinaloa se espera que, además de la votación por el cargo a la gubernatura, también se renueven 24 diputaciones por mayoría relativa y 16 por representación total, así como 18 cargos en ayuntamientos municipales, de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE). Total de cargos: 86.
Michoacán
La ola de homicidios que recorre buena parte de Michoacán (al centro oeste de México) tiene la marca de las cuatro letras: CJNG, Cártel Jalisco Nueva Generación, la organización criminal más sanguinaria y peligrosa de México.
La violencia de este grupo delictivo tiene bajo el terror a varias zonas de la entidad, donde hace 14 años comenzó la guerra contra el narcotráfico. En el contexto de las próximas elecciones estatales y municipales, se prevé que algunas se realicen bajo el consentimiento del narco.
Eso ha dado lugar a que surja una ola de violencia, principalmente en estados dominados por el cártel encabezado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias el “Mencho”.
Michoacán es por ahora el mejor ejemplo de violencia descontrolada en México. El analista senior de Crisis Group, Falko Ernst, afirma que la violencia en la entidad está relacionada con el escenario político-electoral 2021. “El crimen organizado y el Estado no se pueden separar. Como actor criminal, para sobrevivir dependes del acceso al Estado, a sus instituciones, a sus recursos, a la impunidad”, subrayó el especialista.
Michoacán es una región estratégica por ser un lugar de paso de la droga y el control del puerto Lázaro Cárdenas en el Pacífico, punto de entrada de los químicos para las drogas sintéticas que han hecho millonario al CJNG.
En Michoacán se disputarán 153 cargos, entre ellos la Gubernatura, diputaciones y ayuntamientos.
Por otro lado, el Cártel de Sinaloa también tiene hegemonía en otros estados como Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Nayarit, Colima, Campeche, Querétaro, Guerrero y Zacatecas.
En San Luis Potosí la mayor presencia es del Cártel del Golfo; en Nuevo León, el Cártel del Golfo, los Zetas y el Cártel del Noroeste; y en la Ciudad de México ha emergido en los últimos años la Unión de Tepito, que convive en el territorio con el Cártel de Sinaloa y el CJNG.