‘Nacho Coronel’, el capo del Cártel de Sinaloa que los Zetas le temían y fundo el CJNG

En escasos cinco años, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) se convirtió en una de las organizaciones criminales más peligrosas del mundo.

 'Nacho Coronel', el capo del Cártel de Sinaloa que los Zetas le temían y fundo el CJNG

Con mayor presencia en México y la segunda en Estados Unidos.  Comandada por Nemesio Oseguera Cervantes, «El Mencho», y con presencia en 22 de los 32 estados del país, el CJNG se atrevió incluso a atentar contra Omar García Harfuch, el jefe de la Policía de la Ciudad de México.

Sin embargo, antes de «El Mencho», hubo otro capo del narcotráfico que fue prácticamente el fundador del CJNG.  Se trata de Ignacio Coronel, apodado como «Nacho», un experimentado traficante de drogas que en sus mejores años criminales fue considerado líder del Cártel de Sinaloa.

LOS INICIOS DE NACHO

Nacido el 1 de febrero de 1954 en Canelas, Durango, «Nacho» Coronel comenzó sus andanzas en el narcotráfico bajo las órdenes de Amado Carrillo Fuentes, «El Señor de los Cielos», extinto líder del Cártel de Juárez.

Ahí conoció a quienes serían sus socios tras la sorpresiva y polémica muerte de Carrillo Fuentes: Joaquín Guzmán Loera, «El Chapo»; Ismael Zambada García, «El Mayo»; Héctor «El Güero» Palma; Juan José Esparragoza Moreno, «El Azul»; y los hermanos Beltrán Leyva.

La muerte de su hermano, Raymundo Coronel Villarreal, a manos de Ejército, en 1993; y la detención de «El Güero» Palma, dos años después, ayudaron que «Nacho» Coronel subiera peldaños dentro del narcotráfico.

Tras muerte de «El Señor de los Cielos», en 1997, y la primera fuga de Guzmán, en 2001, Ignacio Coronel formó parte la cúpula criminal de «La Federación», encabezada por «El Chapo», «El Mayo», «El Azul» y el propio «Nacho».

EL REY DEL CRISTAL

Con Jalisco y Durango como su principal bastión criminal, Coronel Villarreal fue uno de los pioneros de las drogas sintéticas, principalmente de la metanfetamina. Su introducción al negocio de la meta hizo que lo apodaran como «El Rey del Cristal».

Coronel enfrentó gran parte de la sanguinaria disputa que el Cártel de Sinaloa tuvo con «Los Zetas». Por ello creó un brazo armado primero para proteger a la familia de los capos del cártel, que vivían principalmente en Jalisco y luego para hacerle frente a sus enemigos.

Como el primer enemigo de los de Sinaloa eran «Los Zetas» este brazo armado se autonombró como «Los Matazetas».

Poco a poco, «Los Matazetas» comenzaron a desplazar a «Los Zetas» de estados como Michoacán, Guanajuato, San Luis Potosí, Colima,Aguascalientes, Oaxaca, Chiapas y Morelos,

En 2009, Ignacio Coronel fue señalado como uno de los máximos líderes del narcotráfico en México por las autoridades estadounidenses.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos lo calificó como «el tercer líder más alto que supervisa las operaciones del Cártel Sinaloa en el centro de México».

Su importancia en el narcotráfico provocó que «Nacho» cargara con dos recompensas millonarias en su contra, una de 30 millones de pesos en México y otra de 5 millones de dólares en Estados Unidos, mismas cifras que comparte, por ejemplo, con «El Mayo» Zambada.

LA MUERTE Y LAS DUDAS

En julio del 2010, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó sobre el la muerte de «Nacho» Coronel, quien había sido abatido en Zapopan, Jalisco.

Sin embargo, el asesinato de Coronel Villarreal arrojó muchas dudas. La necropsia que le hicieron al capo señaló que el fallecido tenía entre 40 y 45 años, según detalla Anabel Hernández en su libro «Los Señores del Narco». El problema: «Nacho» tenía, por lo menos» 10 años más.

La periodista señala que la prueba dactilar del cadáver se hizo con la información que se tenía de un hombre identificado como Dagoberto Rodríguez Jiménez que, en efecto, era 10 años más joven que «Nacho» Coronel.

Esto porque, según las autoridades federales, «Nacho» Coronel había sido detenido, junto con 11 personas, en 1993 bajo el nombre de Dagoberto.

Sin embargo, tras la muerte de Coronel, Javier Valdés Cárdenas, publicó en La Jornada que Ignacio Coronel había sido detenido aquel año, pero con el nombre de César Arturo Barrios Romero.

Es decir, si las huellas de «Nacho» estaban en el sistema tenían que estar registradas como César Arturo y no como Dagoberto, nombre que por cierto si estuvo entre los detenido de 1993.

Esto, según sugiere Anabel Hernández, señala que el fallecido reportado por la Sedena hace 10 años no era Ignacio Coronel Villarreal. Duda que ha sugerido en otros casos como el de «El Señor de los Cielos» o Heriberto Lazcano, «El Lazca», líder de «Los Zetas».

NACIÓ EL CJNG

Muerto o no, «Nacho» Coronel se esfumó y con él, el nexo entre el Cártel de Sinaloa y «Los Matazetas» desapareció, hecho que el brazo armado aprovechó para independizarse.

Comandados por «El Mencho» y aliados con «Los Cuinis», «Los Matazetas» se convirtieron en el CJNG.

En un principio aliados al Cártel de Sinaloa, pero poco a poco separándose de ellos y provocando duras guerras en entidades como Colima, Jalisco, Nayarit o Baja California.

Desde entonces, el principal negocio del CJNG son las drogas sintéticas, la metanfetamina y el fentanilo, una de las principales herencias de «El Rey del Cristal».

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Diez años después de su muerte, el monstruo creado por este «doctor Frankenstein» del narcotráfico sigue asustando a prácticamente todo México y más allá de sus fronteras.

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