En México, la violencia no tiene cuarentena. La mañana del viernes en el municipio Valle de Santiago, Guanajuato, fueron encontrados dos cadáveres calcinados al interior de una camioneta.
El hallazgo fue reportado por habitantes de las rancherías que circulaban cerca del camino principal que conduce a la localidad, donde también se escucharon detonaciones de arma. Al lugar arribaron autoridades policíacas que resguardaron la zona a la espera de Agentes de Investigación Criminal. Las víctimas no han sido identificadas.
A 28 kilómetros de ahí, en la ciudad de Salamanca se hallaron tres cuerpos. El primero fue abandonado en la comunidad Los Negretes. De acuerdo con las autoridades, se trataba de un hombre, de 32 años, con visibles huellas de disparos. Otro cadáver se encontraba envuelto en cobijas sobre la calle Paseo Lerma, en la zona centro de la ciudad. El último estaba tirado en la calle Ébano de la colonia Bellavista.
En el municipio de León, la Secretaría de Seguridad Pública informó que en Mesa de Ibarrilla se halló un cuerpo sin vida en la vía pública envuelto en una lona de color oscuro, cerca de un barranco.
Anteriormente, en dicha región han sido abandonados cadáveres, varios de ellos pertenecientes a mujeres.
La ciudad de Celaya también informó sobre otro cadáver masculino envuelto en bolsas de plástico negras selladas con cinta. El sujeto se encontraba cerca de una fábrica de reciclaje de plástico. El hombre no ha sido identificado por la Fiscalía General del Estado.
El pasado 14 de marzo, un tiroteo en el bar La Típica en Salamanca, Guanajuato, dejó al menos cinco muertos y 21 heridos.
Según las autoridades estatales, el ataque habría sido ejecutado por miembros del Cártel de Santa Rosa de Lima, quienes dispararon contra todos los clientes pensando que al interior del lugar estaba uno de sus rivales. Los atacantes no lograron su objetivo.
En videos de las cámaras de seguridad del negocio se muestra cómo los criminales llegan en dos autos. Bajan al menos tres sujetos armados y comienzan a disparar. Dos empleados lograron refugiarse detrás del mostrador de la recepción.
De acuerdo con la grabación, los disparos vinieron desde afuera. También se expone el cruel asesinato del menor Leonardo Ortiz García, de 12 años, y una amiga de la familia. Junto a ellos, se encontraba el hermano de Leo, de 13, quien resultó herido y su padre que se reportó ileso.
La alcaldesa de Salamanca, Beatriz Hernández, dijo que las víctimas mortales eran estudiantes, trabajadores, “gente de la vida familiar, gente buena”, como Jorge Iván Méndez, estudiante de Ingeniería en Sistemas del campus Salamanca de la Universidad de Guanajuato, y quien trabajaba de mesero en el establecimiento. El joven fue despedido por familiares y amigos en una misa celebrada en el templo del Señor del Hospital.