El gobierno mexicano entregó este miércoles a las autoridades de Estados Unidos a Rigoberto «A», operador y uno de los fundadores del cártel La Familia Michoacana.
Que fue uno de los más poderosos en México la década pasada, para su extradición. “La Fiscalía General de la República (FGR) entregó en extradición al gobierno de aquel país a un hombre de nacionalidad mexicana requerido por una Corte federal de Nueva York”, indicaron las autoridades en un comunicado. Será procesado por su probable responsabilidad en los delitos de asociación delictuosa y contra la salud.
Rigoberto “A” es considerado por las autoridades estadounidenses como integrante de una organización delictiva de México, y es parte de la lista de prioritarios requeridos en extradición de los Estados Unidos La entrega del hombre se llevó a cabo en el Aeropuerto Internacional de la ciudad de Toluca.
En el Estado de México, unos 56 kilómetros al suroeste de la capital mexicana, ante agentes estadounidenses de los cuales no se especificó la corporación, para su traslado final rumbo a Estados Unidos.
“El Rigo”, uno de los principales operadores del grupo delictivo cuando éste se encontraba en la cima de su poder, fue capturado por elementos del Ejército mexicano en enero de 2011, en un operativo en Tijuana, Baja California, en la frontera con territorio estadounidense.
En aquel momento, el supuesto narcotraficante fue capturado junto a sus colaboradores David Bustos Aguilar y Raúl “El Papayo” López. Para entonces, la Procuraduría General de la República (PGR, ahora Fiscalía) ya había ofrecido una recompensa de cinco millones de pesos a cambio de información que permitiera su captura.
Su hermano, Ignacio «A», también era uno de los más buscados en aquel momento, ya que el gobierno mexicano, entonces encabezado por Felipe Calderón (2006-2012), ofrecía el doble por él: 10 millones de pesos. “El Cenizo”, que después de integrar la Familia Michoacana ayudó a fundar el grupo de Los Caballeros Templarios, fue capturado en 2017.
Y es que la Familia Michoacana fue uno de los cárteles más prominentes en el país en 2006. De hecho, la estrategia de seguridad lanzada aquel año por Calderón, que se conocería como la “Guerra contra el narcotráfico”, comenzó tras una muestra de poder de este grupo criminal.
A principios de septiembre, integrantes de la «La Familia Michoacana» irrumpieron en un club nocturno de dicha localidad y lanzaron cinco cabezas humanas en el centro de la pista de baile.
La violencia y brutalidad era inédita para entonces, a pesar de que los cárteles de droga dominaban el negocio en el país desde hacía varios años. En diciembre, unos días después de asumir en el cargo, Calderón anunció el combate frontal contra el narcotráfico con el uso del Ejército.
Sin embargo, con el paso de los años y la intensa batalla con las fuerzas federales y locales, la organización criminal se fue debilitando y al fracturarse surgió el Cártel de los Caballeros Templarios, que fue calificado como todavía más sanguinario y cruel que sus antecesores.
Pero en los últimos meses, el grupo recobró cierta fuerza en puntos específicos de Michoacán, donde se han enfrentado en una dura batalla con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la organización que ha tomado el protagonismo en el país y es considerado uno de los grupos delictivos más poderosos del continente.
Y es que la lucha encarnizada tiene un claro objetivo: controlar Michoacán, una de las principales plazas para el trasiego de drogas en el país. Esta es una de las entidades consideradas como de las principales exportadoreas de metanfetamina a Estados Unidos, potenciado por tener el puerto Lázaro Cárdenas, uno de los mayores de Latinoamérica, donde entonces dominaba el cártel llamado “La Familia Michoacana”.