La noche de este viernes, un grupo de civiles armados atacaron dos restaurantes de mariscos de la franquicia “Parroquín” en el Estado de Veracruz.
De acuerdo con los reportes policíacos, la primera agresión se registró cerca de las 21:30 horas en la localidad de Santa Cruz, en el municipio de Cosamaloapan, donde sujetos balearon e incendiaron el negocio. Este mismo negocio fue el escenario del asesinato de su dueño en 2010, según información.
Posteriormente el comando se trasladó 58 kilómetros al sureste del Estado, en el municipio de Tres Valles, en los límites con el Estado de Oaxaca, para quemar otra palapa del mismo dueño. Los hechos ocasionaron la movilización de grupos de la Guardia Nacional, policías federales y bomberos de ambas entidades.
A pesar de que las primeras versiones arrojaron un total de cuatro muertos y varios “levantados”, los propietarios de los inmuebles declararon que los ataques se registraron cuando los restaurantes ya habían cerrado sus puertas, por lo que hasta la tarde de este sábado no hay reporte de personas heridas.
Cabe mencionar que este nuevo acto de violencia se registra a un día del acuerdo interestatal entre los gobernadores de Oaxaca, Alejandro Murat y de Veracruz, Cuitláhuac García, para reforzar la seguridad en los límites de ambos estados.
La ola de crimen se ha desatado al sur de la entidad. Apenas el martes pasado, pobladores de las localidades Isla y José Azueta exigieron de forma violenta la salida de la Fuerza Civil y la Guardia Nacional de la zona, de acuerdo con Proceso.
El secretario de gobierno, Eric Cisneros, aseguró que los “agitadores” fueron llevados por una célula criminal, sin entrar en más detalles.
La masacre en Caballo Blanco
El 27 de agosto de 2019, el centro nocturno Caballo Blanco, en el municipio de Coatzacoalcos, fue atacado por hombres armados, dejando 29 muertos y ocho heridos de gravedad.
Según los testigos, ocho agresores llegaron en varios vehículos, amarron a los vigilantes de la entrada, irrumpieron en el lugar y abrieron fuego contra los asistentes para, después, provocar un incendio con bombas molotov. Sin embargo, sobrevivientes mencionaron que rociaron gasolina para luego prender fuego.
Cuando arribaron los grupos policíacos y los bomberos, el interior del bar ya estaba destrozado, hecho trizas por el fuego y con escombros en el suelo. De las 25 bailarinas que tenía el centro nocturno, 10 fallecieron; además de meseros y un DJ, señaló el encargado.
El atentado aparentemente está relacionado con disputas entre grupos del crimen organizado, de acuerdo con las autoridades.
Ricardo Romero Villegas, alias “La Loca”, fue identificado por el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, como uno de los presuntos responsables del ataque.
Mediante su cuenta de Twitter, el mandatario estatal señaló que a dicho sujeto las fuerzas coordinadas de Veracruz lo detuvieron en julio de este año; sin embargo, fue liberado en menos de 48 horas por la Fiscalía General del Estado.
De acuerdo a reportes de medios locales, “La Loca” es un sicario que trabaja para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el estado de Veracruz con una amplia carrera criminal.
“La Loca”, de 30 años, tiene como zona de sus operaciones delictivas los municipios de Minatitlán, Coatazacoalcos, Acayucan y la región de Los Tuxtlas.
El ataque al Caballo Blanco ha sido catalogado como el segundo más mortífero en los últimos 10 años, sólo detrás del incendio de Casino Royale en Nuevo León en 2011.
