En el mundo del narcotráfico la violencia es una de las constantes en torno a la vida de los capos y los sicarios. Todo el tiempo los hombres se baten a muerte.
Y esto no es diferente cuando se trata del amor. Varias mujeres perdieron la vida por amar a sicarios cercanos a El Chapo y El Mencho. Las historias de amores fallidos entre mujeres y los sicarios del narcotráfico en México son una de las constantes en la historia del mundo criminal. Infidelidad, celos, venganza y sangre son las constantes en estas historias de amor equívocas.
Muchas veces, los amores prohibidos entre carteles que eran socios han desatado guerras con ríos de sangre de por medio. La historia de Inés Oseguera es una de las más crudas sobre mujeres que perdieron la vida por el amor de un sicario.
El desaire que El Tísico sufrió a manos de Inés Oseguera provocó la ruptura entre el Cartel del Golfo y la célula criminal de Los Valencia. Al finalizar, esta cruda batalla provocada por el amor entre una mujer y un sicario terminó con el nacimiento del CJNG.
De acuerdo con el testimonio de El Tísico, la amistad entre Osiel, Armando Valencia y él terminó en tragedia por el amor de una mujer. Inés tuvo un hijo con El Tísico, pero se enamoró de Armando Valencia y esa traición amorosa detonó la ruptura de El Cartel del Golfo.
Un segundo caso se dio en las filas del Cartel de Sinaloa, pues la esposa de Héctor Palma traicionó al capo con un apuesto sicario de Venezuela llamado Rafael Clavel Moreno. Sin embargo, el dato más curioso es que Moreno estaba subordinado a las órdenes de El Güero.
Guadalupe Lejía, la esposa de Héctor Palma, robó 2 millones de dólares al capo y huyó con el venezolano con rumbo a San Francisco en los Estados Unidos. La esposa de El Güero terminó muerta a manos de su amante, quien le cortó la cabeza y se la mandó a su antiguo jefe.
Finalmente, el sicario Rafael Clavel huyó con los hijos del capo a Venezuela y le mandó un video en el que los arrojaba desde el Puente de la Concordia en su país.