La detención de Roberto Moyado Esparza, «El Betito», y David García Ramírez, «El Pistache», le abrieron el camino a Óscar Andrés Flores Ramírez, «El Lunares».
Para ser uno de los capos principales en la Ciudad de México. Sin embargo, así como a los ya mencionados, sólo unos cuantos meses le duró el liderazgo criminal, pues fue detenido por elementos de la Policía de Investigación de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, en Hidalgo.
«El Lunares» llegó a tierras hidalguenses tras el operativo en su contra en agosto del año pasado en un inmueble de la calle Peralvillo, en la alcaldía Cuauhtémoc, en el centro de la capital del país. En Hidalgo, Flores Ramírez recurrió a varias estrategias para evitar ser capturado por autoridades capitalinas.
«El Lunares» se disfrazaba de mujer para pasar desapercibido durante su estancia en Hidalgo.
Además, Óscar Andrés sólo se comunicaba a través de los celulares de sus colaboradores.
«El Lunares» se trasladaba a bordo de un racer, escoltado por personas armadas con pistolas de alto calibre, a bordo de motocicletas y cuatrimotos.
Mientras se mantenía en Hidalgo, su papá, Dionisio Flores Valle, coordinaba las actividades delictivas en la zona centro de la Ciudad de México, principalmente en la colonia Morelos.
Creyente de Jesús Malverde, «EL Lunares» participaba en rituales en los que se utilizan cráneos humanos, incluso se llega a ordenar el homicidio de integrantes de grupos antagónicos para usarlos como ofrenda.
Presumía animales exóticos como guacamayas, tucanes y cachorros de chitas y leopardos, así como coleccionar relojes de alta gama y joyería.
Cuenta con una orden de aprehensión vigente por el delito de privación de la libertad personal en su modalidad de secuestro exprés agravado.
Distribuida principalmente en las alcaldías Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Venustiano Carranza, Azcapotzalco, Coyoacán, Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Magdalena Contreras, en la Ciudad de México.
En tanto, en los municipios de Naucalpan, Nezahualcóyotl y Tlalnepantla de Baz, en el Estado de México.
Tras su captura, «El Lunares» fue trasladado a las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), ubicada en la alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México.
