El Gato, abusador de menores que exhibió las fiestas de El Chapo en Puente Grande

Uno de los nombres que más llamó la atención durante todo 2018 y a principios de 2019 fue el de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.

El Gato, abusador de menores que exhibió las fiestas de El Chapo en Puente Grande

Quien enfrentó un juicio en Estados Unidos por sus vínculos con el Cártel de Sinaloa, en donde finalmente fue declarado culpable y le impusieron una condena en una cárcel americana que probablemente sea cadena perpetua.  Recientemente, distintos medios de comunicación recordaron uno de los momentos más impactantes del capo, pues lo que muchos desconocen de El Chapo, es que se trata de un hombre que disfruta de las fiestas .

El Chapo fue recluido en el penal federal de Puente Grande en Jalisco en 1993, luego de que haber estado un tiempo en el centro penitenciario del Altiplano, en el Estado de México. En Jalisco, Joaquín Guzmán cooptó a todas y cada una de las autoridades de esta cárcel de máxima seguridad, convirtiéndola en su jaula de oro.

Jesús Lemus, periodista que fue detenido injustamente durante el gobierno de Felipe Calderón, reveló que a partir de la llegada del capo a ese penal comenzaron las fiestas, en donde además el líder del Cártel de Sinaloa se paseaba por todos los módulos, charlaba con los presos y preguntaba por sus necesidades, las cuales atendía si le era posible.

Las fiestas de «El Chapo» en Puente Grande

Además, Lemus tuvo contacto con Noé Hernández, El Gato, quien estaba recluido por haber violado y asesinado niñas. El Gato detalló que El Chapo era el único que tenía un teléfono celular en todo el penal, y con frecuencia se lo prestaba a los otros reos para que tuvieran la oportunidad de hablar con sus familias. Asimismo, el líder del cártel en ocasiones ‘dejaba descansar a las cocineras’ y pedía que trajeran comida de fuera para todos los que estaban en la prisión.

Asimismo, El Gato refirió que cuando El Chapo pedía comida de afuera era una señal de que se avecinaba una tremenda fiesta. Por ejemplo, podían comer borrego o carnitas, contrataban un conjunto musical y, solo para los más cercanos de El Chapo, compraban alcohol, principalmente whisky. No podía faltar su mano derecha que también estaba recluido en el mismo penal: Héctor El Güero Palma.

El Gato explicó que para todos los demás el capo llevaba cervezas, pero sólo dejaba que tomaran una o dos, no más, para evitar problemas.

Noé Hernández destacó una fiesta en particular que Guzmán hizo el Día del Padre, cuando recibió en el penal a sus hijos. En esa ocasión trajo comida de Guadalajara, contrató a cuatro grupos musicales e innumerables litros de alcohol, lo que provocó que varios reclusos se pusieran borrachos y comenzaron una trifulca dentro del penal lo que ocasionó que El Chapo suspendiera las fiestas para siempre.

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