Historia de un clan, el Cártel de Sinaloa después de “El Chapo” Guzmán

En el famoso video que filmó en 2015 para los actores Kate del Castillo y Sean Penn, el líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera.

Historia de un clan, el Cártel de Sinaloa después de “El Chapo” Guzmán

Señaló que aunque él no estuviera, el tráfico de drogas iba a continuar, Pero ahora, con el capo en una situación en la que se espera que reciba cadena perpetua y bajo el liderazgo de Ismael «El Mayo» Zambada, un hombre de 70 años y enfermo de diabetes, según publicó Bloomberg en 2018, queda la duda de si sin sus dos líderes históricos, «El Chapo» y «El Mayo», la organización criminal llegará a sobrevivir, bajo el probable mando de tres de los hijos de Guzmán Loera.

«Si se va – como sea – ‘El Mayo’, un gerente-mediador de la vieja escuela – es muy probable que veremos divisiones internas, y posiblemente el surgimiento del Cartel de Sinaloa de varios grupos medianos y pequeños. Estas divisiones, en otros casos como el de Michoacán y el de Tamaulipas, han conllevado dos cosas: primero, un punto muerto geopolítico.

Es decir: una multitud de grupos armados más pequeños pelean por el mismo pastel. Pero debido a su tamaño y poder relativamente limitados, ninguno se impone fácilmente. Esto aumenta la violencia, y en muchos casos la vuelve un estado permanente», dijo a Infobae México Falko Ernst, analista del International Crisis Group.

«Representen o no los hijos del Chapo esta mutación, no creo que tengan el peso necesario para mantener intacta a la organización de su padre», agregó.

Crisis de liderazgos

Se ha señalado que una de las cabezas que se agregó recientemente al cártel es Rafael Caro Quintero, jefe del viejo Cártel de Guadalajara y buscado por la DEA por el asesinato del agente Enrique Camarena Salazar, pero hasta ahora no existe la confirmación.

Aunque se mantiene como una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo, desde el año pasado dejó de ser para el gobierno de México el cártel más influyente del país, rebasado por el Jalisco Nueva Generación (CNG).

Con al menos 10 células en las que está dividido, algunos analistas consideran que la organización está en una etapa de ajustes y diversificación del negocio en la que se intenta evitar divisiones.

Hasta ahora, la organización se había dividido en especies de filiales en distintas zonas del país integradas por sicarios y distribuidores que se encargaban de los enemigos y de enfrentar a las fuerzas del Estado, pero ahora, la diversificación estaría entrando en otros niveles.

Uno de los nuevos negocios sería el presunto inicio de los hijos de Guzmán Loera en el negocio del tráfico de combustibles (huachicol).

«Hay una diversificación del crimen organizado y hay dinero en la gasolina», dijo a InfobaeJonathan Rosen, co autor del libro Drug Trafficking, Organized Crime, and Violence in the Americas Today.

Los grupos y las divisiones

Las células que operan para el Cártel de Sinaloa se encuentran principalmente en el norte del país, destacan Gente Nueva, que opera en Chihuahua para contener al cártel local de La Línea.

«Los 28», «Los Pepillos» y «Los Mayitos», en el estado turístico de Baja California Sur; y «Los Memos», que operan en la franja de Arizona y Sonora; y «Los Mexicles», formada por peligrosos pandilleros deportados de Estados Unidos a México.

«Pienso que es posible que eviten las divisiones. Es muy posible que ‘El Chapo’ no haya sido parte de la toma de decisiones desde su extradición. En este sentido, ya llevan un tiempo operando con él fuera. Y si ‘El Mayo’ no estuviera , me parece que hay evidencia que indica que delega ciertas funciones y responsabilidades», dijo a Infobae México Cecilia Farfán, investigadora de la Universidad de California San Diego.

Uno de los puntos que podría influir al interior del cártel es el presunto enfrentamiento entre los hijos de Guzmán Loera, Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y Ovidio (Los Chapitos) y su tío Aureliano Guzmán, ya que habrían decidido apoyar al «Mayo» en lugar de respaldar al «Guano».

Sin embargo, una fuente señaló que este enfrentamiento no existe como tal, ya que el problema sería entre los lugartenientes de «El Guano» y los de «Los Chapitos», no entre la familia.

Sin embargo, Farfán no descartó que, sin «El Mayo», el cártel si atraviese por una etapa de reacomodo, lo que fue reafirmado por Ernst.

«Los nuevos líderes tienden a regirse en un grado mucho menor según los viejos códigos: no matar inocentes, no matar niños y mujeres, por ejemplo. Cuando entrevisto a traficantes de la vieja escuela, siempre expresan su desdén por lo que ven como una decadencia narco-cultural. ‘Esos, dicen, no trabajan bien. Matan por matar. Ya no son narcos, son narquillos’. Quienes más sufren de esta mutación del crimen organizado son las poblacionesciviles: como víctimas de la extorsión, del secuestro, o porque alguna asociación con un grupo u otro las vuelve blancos», expresó el investigador del Crisis Group.

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