Durante las últimas dos décadas, México ha sido testigo de estrategias y acciones que llevaron a cabo los expresidentes del país y el respectivo Gobierno Federal.
Que encabezaron, lo que generó polémica y contraste de ideas en distintos sectores de la sociedad. En 2001, el expresidente Vicente Fox dio a conocer un proyecto que sería la obra insignia en su gestión: la construcción de un nuevo aeropuerto ubicado en el municipio de Atenco, Estado de México.
Sin embargo, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) se opuso al plan de Fox en los terrenos de San Salvador Atenco y Texcoco que serían expropiados, generando conflictos y enfrentamientos con los pobladores de la región involucrada. Cuando Felipe Calderón llegó al poder en 2006 se puso en marcha la denominada guerra contra el narcotráfico en México, situación que propició el incremento de la violencia en diversas entidades del territorio nacional.
Pese al número de víctimas que se suscitaban en el mandato de Calderón por el combate a la delincuencia, el exmandatario argumentó que no había otra solución porque de lo contrario era ‘hacerse de la vista gorda’ y meter a México en un papel de subordinación con los grupos del crimen organizado.
#Opinión | Si al sexenio de Felipe Calderón lo marcó la guerra contra el narco, a Andrés Manuel López Obrador lo marcará la guerra contra el huachicol
En la administración de Enrique Peña Nieto la violencia siguió en altos niveles, pero ese periodo quedó marcado por once reformas estructurales que se instauraron, entre las que destacan la educativa, la energética y la hacendaria.
Las reformas que impulsó el gobierno de Peña no dieron los resultados esperados y en algunos casos la sociedad salió a las calles a manifestarse como fue con la reforma educativa que originó movilizaciones en distintas zonas del país.
En este contexto, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha comentado que los mexicanos decidirán si los exmandatarios son investigados y enjuiciados por irregularidades que se presenciaron en sus sexenios.