El juicio de Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, dio un giro inesperado luego de que la fiscalía estadounidense presentara un audio con el que revelan la complicidad.
Que el Cártel de Sinaloamantenía con la Agencia Federal de Investigación (AFI) en 2011, durante el sexenio de Felipe Calderón, Aunque la defensa de El Chapo sostiene que nunca encabezó al Cártel de Sinaloa como afirman las autoridades de Estados Unidos, el material presentado en la corte el pasado 9 de enero, en el que sus interlocutores llaman ‘jefe’ y ‘señor’ al narco, sugieren que tenía una posición de liderazgo entre los suyos.
En uno de los audios, uno de los ayudantes de El Chapo, identificado como Gato, pide a su jefe hablar con el nuevo líder de agentes federales para que no cambie de zona a los oficiales que llevan varios años cooperando con el Cártel de Sinaloa, al que se refiere como ‘la empresa’.
En otras llamadas, el Gato externa a su jefe que el nuevo funcionario estaba reasignando a la gente, por lo que causaba problemas operativos al cártel y le sugirió hablar con él, pues recibía un pago.
Entre los audios que el fiscal Michael Robotti presentó se encuentra uno en el que el presunto líder del Cártel de Sinaloa se refiere a un hombre identificado como El Yanqui, quien pertenecía entonces a la AFI.
En audiencias anteriores ya se había mencionado la complicidad entre autoridades mexicanas y el crimen organizado, pero la llamada en la que se menciona a El Yanqui es una prueba de cómo coordinaban sus movimientos con el grupo delictivo.
Parte de la conversación presentada por la fiscalía, fue escuchada por el propio Guzmán Loera en la corte, y en ella le pide al funcionario que no cambien a los agentes que ya conocen los movimientos para evitar involucrar a más personas y entorpecer las operaciones.
En respuesta, el miembro de la AFI acepta como orden las peticiones del narcotraficante y hace una breve negociación sobre los pagos que recibirán los elementos involucrados.
Las grabaciones telefónicas interceptadas por el FBI son algunas de las pruebas más contundentes que presentó la fiscalía estadounidense al jurado, pues permitirían demostrar que Guzmán Loera es culpable de los delitos de narcotráfico y lavado de dinero que le imputan en la Corte en Brooklyn.