Édgar Veytia fue uno de los políticos mexicanos más perseguidos por autoridades de Estados Unidos debido a su incursión en el mundo del narcotráfico.
Al apoyar al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) mientras fungió como fiscal general en Nayarit, Edgar fue capturado el 29 de marzo de 2017 en San Diego, acusado bajo el delito de narcotráfico y traslado de drogas a Estados Unidos. Investigaciones apuntan a que en 2011, tras la llegada a la gubernatura en Nayarit de Roberto Sandoval y el fiscal Édgar Veytia, el CJNG tuvo la oportunidad de adueñarse del estado.
La coincidencia que levantó sospechas fue que el poder de los cárteles de Sinaloa y los Beltrán Leyva se debilitó en la zona, tras su disputa por el mismo territorio que, según la Procuraduría General de la República (PGR), pasó a manos del CJNG con la ayuda del entonces fiscal.
Cuatro años después el CJNG tomó posesión de diversos territorios y comenzó a infundir miedo, convirtiéndose en uno de los grupos criminales más seguidos por la Administración para el Control de Drogas Y la Procuraduría General de la República.
La estrategia operada por Veytia para aumentar el poderío del CJNG fue poner a las autoridades de seguridad tras los pasos del cártel de los Beltrán Leyva y del Cártel de Sinaloa.
Durante la administración de Édgar Veytia, el gobierno estatal y federal comenzaron una ardua cacería contra los Beltrán Leyva, dejando las puertas abiertas al CJNG. Su operativo sirvió para capturar en 2012 a Juan Francisco Patrón Sánchez, El H2, líder de los Beltrán Leyva.
Tras la detención del fiscal Veytia, el entonces gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval olvidó su compadrazgo con el político alejando su imagen del caso.