Jan Carlos Carranza Saavedra alias El Ñaca fue uno de los líderes más sanguinaros del Cártel Jalisco Nueva Generación al lado de Erick Valencia El 85 y Nemesio Oseguera Cervantes El Mencho.
Antes de dedicarse al crimen organizado se desempeñó como agente de tránsito hasta que miembros de Los Zetas lo reclutaron. En ese entonces, fue acusado de ser el responsable del secuestro del aduanal Francisco Serrano Aramoni, además de la muerte de periodistas, a quienes llegó a asesinar junto a sus esposas e hijos.
Se encargaba de sobornar a políticos y mandos policiacos de Veracruz; sin embargo, terminó por taicionar a Los Zetas al ‘pasarse’ al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). En el CJNG, El Ñaca mostró a sus nuevos aliados la sangre fría que necesitaban para ganar campo a Los Zetas, pues encabezó una matanza que los pobladores de Boca del Río recuerdan con gran estremecimiento.
El 19 de septiembre de 2011, junto a su sicario predilecto, El Quino, levantó a 35 personas, presuntamente miembros de Los Zetas a quienes asesinaron para después abandonar sus cadáveres en la glorieta de los Voladores de Papantla, razón por la que aquel brazo armado del CJNG fue conocido como Los Matazetas.
Así fue como se encargó de arrebatar las plazas a sus antiguos aliados. Sin embargo, con tales acciones surgió el plan de venganza en su contra, encabezado por Heriberto Lazcano El Lazca. Además, las autoridades de Veracruz también se unieron a la búsqueda del criminal ofreciendo hasta 3 millones de pesos por información que permitiera dar con El Ñaca.
Finalmente fue abatido por elementos de la Marina en 2013, luego de que lo ubicaran escondido en el fraccionamiento Puerta de Hierro, en Jalisco.