«Una vez hundieron un barco cargado de cocaína, «El Mayo» contrato buzos para rescatarlo»: El «Rey Zambada» cuenta un relato magistral sobre el narco

“Ese de la corbata lila y camisa que parece de color rosa”. Así identificó Jesús El Rey Zambada García a Joaquín Guzmán Loera, tras levantar la cabeza desde el estrado.

Una vez hundieron un barco cargado de cocaína, El Mayo contrato buzos para rescatarlo El Rey Zambada cuenta un relato magistral sobre el narco

Es el primer cooperante del cartel de Sinaloa al que llama la Fiscalía para testificar ante el jurado en la causa contra El Chapo. El hermano menor del capo Ismael El Mayo Zambada explicó con detalle ante la corte como funcionaba todo el operativo que utilizaban y como los líderes se repartían los beneficios.

Jesús «Rey» Zambada, de 57 años, reveló no sólo que Guzmán era uno de los jefes principales de ese grupo criminal, sino reveló secretos del tráfico de la cocaína en Estados Unidos. La agencia informativa AFP indicó que era el contador y empleado por el cartel durante dos décadas hasta su arresto en 2008, el “Rey” está en custodia de Estados Unidos.

«Durante varias horas, relató al jurado el sofisticado funcionamiento del Cartel de Sinaloa, incluidas sus «inversiones de capital» en Colombia, que hacían en pequeños grupos y a medias con los colombianos», relató AFP.

«El Chapo» y sus socios llenaron el vacío que dejó la aprobación final de la extradición en Colombia en 1997. Fue entonces que los narcos colombianos comenzaron a tercerizar su negocio para llegar a Estados Unidos.

«El principal al lado» del Mayo Zambada era «El Chapo», dijo Rey al jurado.

Rey relató que recibían la droga en lanchas rápidas, barcos pesqueros, aviones o incluso contenedores comerciales, y enviaban luego «el 100%» a Estados Unidos.

De las bodegas donde Zambada recibía y almacenaba la droga en Ciudad de México salían unas 80 a 100 toneladas anuales de cocaína a Estados Unidos.

Esos envíos generaban «miles de millones de dólares» que los narcos colombianos y mexicanos se repartían a medias, dijo Zambada.

«El Chapo», vestido de traje oscuro y corbata, lo escuchó atento y a veces tomaba notas que pasaba a uno de sus abogados. Otras veces, fijaba la mirada en su joven esposa Emma Coronel, de 29 años, sentada en la sala.

Extraditado a Estados Unidos hace 22 meses, «El Chapo» es acusado de enviar más de 155 toneladas de cocaína a Estados Unidos a lo largo de 25 años. Si es hallado culpable, podría ser condenado a cadena perpetua.

Rey contó que fue durante años el líder del cartel de Sinaloa en Ciudad de México y que controlaba su aeropuerto y «a las autoridades» para otorgar protección a los narcos y su contrabando.

Su trabajo inicial fue establecer un sistema contable de las ventas en Estados Unidos, pero luego pasó a contar la droga que llegaba a tres depósitos de la capital mexicana e iniciar su transporte a la frontera con Estados Unidos, en general en camiones de transporte de gas.

El precio de la droga iba subiendo al acercarse al norte, afirmó. En Colombia, un kilo de cocaína costaba unos 3.000 dólares, en México de 10.000 a 13.000, en California 20.000, en Chicago más de 25.000 y en Nueva York hasta 35.000, sostuvo.

Por una inversión de 45 millones de dólares entre cinco narcos, restando los costos operativos del envío, las ganancias aproximadas eran de 195 millones en Los Angeles, 240 millones en Chicago y 390 millones en Nueva York, calculó Zambada, que también invirtió personalmente en el negocio, comprando hasta tres toneladas.

Contó que una vez ¿»El Chapo» invirtió «una proporción pequeña» en una de sus importaciones de droga colombiana, y que su hermano y el Chapo solían invertir juntos en embarques de unas seis toneladas y se repartían a medias las ganancias.

Un narco colombiano, Juan Carlos «Chupeta» Ramírez, utilizaba barcos pesqueros para traer hasta 30 toneladas de cocaína desde Colombia a México, a pedido del Chapo y los otros grandes líderes del cartel: el Mayo, Amado Carrillo Fuentes y Juan José «Azul» Esparragoza.

Pero una vez, en 1994, «la tripulación se imaginó que los iban a interceptar y hundieron el barco», contó. El Mayo contrató entonces a buzos de aguas profundas y logró recuperar todo el contrabando.

La fiscalía mostró al jurado un organigrama de la jerarquía del cartel de Sinaloa con el Chapo, el Mayo, el Azul y Carrillo Fuentes a la cabeza, así como esquemas de los precios, mapas y fotos de los capos. El testimonio del Rey Zambada continuará el jueves.

“Los recursos se reparten entre los líderes cuando alguno los necesita”, insistió al exponer la misión de la organización. El objetivo, insistió, era controlar el mercado y el precio de la droga en él. Para ello contó que los líderes mantenían reuniones de todo tipo, incluidas algunas para garantizar la paz entre sus miembros. Esa unidad, concluyó, es la que hace más poderosa al cartel.

El primer testigo del gobierno fue el miércoles Carlos Salazar, un agente de aduanas retirado que descubrió en mayo de 1990 un túnel atribuido al Chapo para trasladar drogas entre Agua Prieta, en México, y Douglas, en Arizona, donde el gobierno estadounidense incautó más de 929 kilos de cocaína.

Le siguió el testimonio de un químico forense retirado que trabajó para la DEA, que certificó la pureza de esa cocaína en 99%.

Su abogado Jeffrey Lichtman calificó de «degenerados» y «mentirosos» a los ex socios o rivales del Chapo que cooperan con el gobierno.

Además del Rey Zambada mencionó entre otros a Miguel Angel Martínez, exmano derecha del Chapo, a quien según Lichtman «se le cayó la nariz» de consumir tanta cocaína, y a César Gastelum Serrano, un narco colombiano que dijo sobornó a candidatos presidenciales en Guatemala y a un expresidente de Honduras.

"Una vez hundieron un barco cargado de cocaína, "El Mayo" contrato buzos para rescatarlo": El "Rey Zambada" cuenta un relato magistral sobre el narco

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