Luego de un sexenio plagado de inseguridad y violencia provocada por el crimen organizado, las cifras son abrumadoras pues, desde 2012 a la fecha.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) detuvo a 38 mil 681 personas como parte de las operaciones contra el narcotráfico, decomisó 63 millones 910 mil 931 dólares americanos y 186 millones 337 mil 420 pesos mexicanos. Lamentablemente, aunque los datos pueden parecer positivos, la realidad es otra. De acuerdo con Javier Oliva Posada, experto en temas de seguridad.
En este sexenio no hubo una estrategia específica para combatir el narcotráfico. La autoridad civil no ha tenido, hasta el momento, la determinación clara de lo que tenía que hacer, y le correspondía la responsabilidad al entonces secretario de Gobierno Miguel Ángel Osorio Chong, pues tendría que explicar qué tipo de estrategia se manejó ante la inseguridad”.
Además, señaló que las autoridades permitieron que otros grupos del crimen organizado crecieran e incluso se fortalecieran durante el sexenio.
Dicho en otras palabras, el hecho de capturar a los líderes criminales solo provocó más delincuencia, pues lo único que se logró fue la fragmentación de las células criminales existentes:
De tener 10 cárteles, hoy estamos cerrando con alrededor de 270 células criminales”.
Por su parte, el experto en temas de seguridad del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (Itesm) Gustavo López Montiel dijo:
Ante el desmantelamiento de un grupo o captura de sus líderes, ya había grupos o estructuras formadas debajo, que rápidamente se mantenían con el negocio o lo seguían operando, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, que se debilitaba o desaparecía; ahora siguen con los mismos mecanismos y a su vez siguen con el poder”.
Finalmente, consideró que la estrategia del presidente Enrique Peña Nieto debió ir acompañada de otro método para desaparecer las estructuras completas y no solo multiplicarlas.