Areli Pérez, la reina del huachicol en un Triángulo Rojo dominado por hombres

Areli Pérez Juan, alias La Negra, es  la reina del huachicol en el Triángulo Rojo, zona donde las operaciones criminales son dominadas por hombres.

Areli Pérez, la reina del huachicol en un Triángulo Rojo dominado por hombres

El denominado Triángulo Rojo está compuesto por los municipios de Esperanza, Palmar de Bravo, Quecholac, Tecamachalco, Acatzingo, Tepeaca, Acajete, Amozoc, Cuautlancingo, San Miguel Xoxtla, Huejotzingo, San Martín Texmelucan, San Matías Tlalancaleca, San Salvador el Verde y Domingo Arenas en Puebla.

El huachicoleo, a diferencia del narcotráfico, donde sus personajes son popularmente conocidos, era casi anónimo hasta que apareció Areli Pérez. La Negra, al lado de Roberto de los Santos de Jesús, alias El Bukanas; Antonio Martínez Fuentes, El Toñín; y  Óscar García Téllez, El Loco Téllez, son las cuatro cabecillas que controlan el robo combustible en toda la franja del huachicol desde el poniente de Puebla, hasta los límites con Veracruz.

Areli Pérez, descrita como una sensual morena de cabello rizado, heredó el negocio de la extracción ilegal de combustible de su pareja, según declaró un testigo:

Se hizo novia de un hombre que venía de Veracruz, que ya sabía de la ordeña de ductos de Pemex, así se inició en el robo de gasolina”

Antes de su deceso en 2017, el novio de La Negra le dejó una lista de contactos con otros cárteles y delincuencia organizada para el robo de combustible en la zona de San Francisco Tláloc, municipio de San Matías Tlalancaleca, donde su grupo criminal es popularmente conocido como los chupaductos.

Guardias comunitarios de San Francisco Tláloc le temen y hasta le tienen respeto, pues Areli Pérezse ha convertido en una toda una leyenda, ya que tiene contacto con un cártel de droga originario de Veracruz, también dedicado al huachicoleo.

De acuerdo con distintos portales de noticias, La Negra debe entregar un millón de pesos al mes a la organización criminal de la venta de huachicol y el resto se lo queda ella y lo divide entre su gente, por lo que se da el lujo de establecer el precio para la venta del hidrocarburo.

A los chupaductos, Areli Pérez y su hermano Carlos, mejor conocido como El Salinas, les permiten sustraer diésel de una toma clandestina a dos pesos el litro para que lo puedan revender de a cinco a siete pesos, motivo por el que muchas estaciones prefieren comprar el combustible con ellos.

El Salinas es quien coordina a los hombres que se dedican a la extracción del hidrocarburo, su traslado y también su defensa, en caso de que sus operaciones sean detectadas por militares o elementos de la Policía Estatal.

En mayo de 2016, vecinos de San Francisco Tláloc montaron una guardia comunitaria contra los chupaductos, pero su intención no era controlar el robo de combustible, sino abogar por la seguridad de las familias, ya que Pemex, el Ejército y la Policía Federal son los responsables de detener la ordeña.

Sin embargo, uno de los miembros de la guardia asegura que personal especializado de Pemex es reclutado por los huachicoleros para sustraer combustible de los ductos:

Alguna gente de Pemex ayuda a los chupaductos, ellos son los que tienen los horarios y las zonas por las que no fluirá el combustible, tienen la capacidad técnica para perforar el ducto y conectar la toma clandestina de manera segura”

De acuerdo con los pobladores, Areli Pérez es una mujer astuta, ya que envía a sus operadores para proponer sobornos a funcionarios y elementos de seguridad, pues en caso de que se presente una denuncia penal, su nombre y alias no aparecerán.

Actualmente, El Bukanas, El Toñin, El Loco Téllez y La Negra son buscados por el Gobierno Federal y estatal debido a que controlan desde la zona poniente de la franja del huachicol hasta más allá de los límites con Veracruz, Tlaxcala y el Estado de México.

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