Riviera Maya, el paraíso mexicano que quedó en medio de la violencia del narco

Eran las 8 de la noche del domingo 6 de enero en la otrora apacible ciudad de Playa del Carmen, cuando las ráfagas de armas de alto poder le quitaron la vida a siete personas en un bar del municipio de Solidaridad.

Riviera Maya, el paraíso mexicano que quedó en medio de la violencia del narco

Las impactantes imágenes de los cuerpos masacrados que se difundieron a nivel nacional, se han vuelto habituales en una localidad considerada un paraíso mexicano.  Y es que los sonidos del mar Caribe y su azul turquesa ha sido trastocados por el estruendo de las balas y el rojo de la sangre en la Riviera Maya, joya del turismo mexicano. La balacera del fin de semana es solo un capítulo más de la triste novela de violencia que desde hace dos años aqueja a la zona.

Quintana Roo es el destino predilecto de México, el sexto país más visitado del mundo, tan solo en 2017 el estado recibió 16,9 millones de turistas.  Las bellezas naturales de ciudades como Cancún, Tulúm y Playa del Carmen, son imán de visitantes, pero también han convertido a esas localidades en los objetos del deseo de grupos criminales que buscan hacerse del control de la plaza.

Alberto Capella Ibarra, Secretario de Seguridad de Quintana Roo, admitió que una de las líneas de investigación más sólidas sobre los hechos acontecidos en el bar «Las Virginias» es una disputa relacionada con narcomenudeo.

Informes de la Secretaría de Gobernación y de la Comisión Nacional de Seguridad han documentado que en el Caribe mexicano operan cuatro infames cárteles mexicanos.

El Cártel de Sinaloa, se disputa el control de la venta de droga y las extorsiones con el Cártel Jalisco Nueva Generación que ha ganado terreno en los años más recientes bajo el mandato de Nemesio Osegera Cervantes alias «El Mencho». Los Zetas y el Cártel del Golfo, también buscan una «tajada del pastel» en el destino frecuentado por turistas nacionales y extranjeros.

En 2017 una balacera que cobró la vida de cinco jóvenes en la discoteca Blue Parrot de Playa del Carmen. Un conflicto entre Los Zetas y un grupo antagónico derivó en una venganza que marcó un antes y un después en la localidad.

Antes de ese evento, lugares como Playa del Carmen eran apacibles poblaciones de mediana actividad, pero su crecimiento poblacional ha ido acompañado de un abrupto incremento en los delitos de alto impacto.

Cifras de Incidencia Delictiva del Fuero Común mexicano indicaron que los homicidios se incrementaron un 600% en un año. Pasaron de 100 en 2017 a 688 entre enero y noviembre de 2018.

La tasa de asesinatos subió de 8 a 17.55 por cada 100.000 habitantes.

Cancún se encuentra entre las ciudades mexicanas con mayor percepción de inseguridad del país. 84.9% de las población se siente insegura de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

La influencia de los cárteles se ha visto apuntalada por el nacimiento de pandillas locales que sirven de brazo armado para sus propósitos.  La Barredora, El Basurero y Los Pelones, son algunos de los grupos que asolan a la población playense más vulnerable.

Organizaciones de hoteleros y restauranteros han hecho un llamado de auxilio a las autoridades para atender el tema, pues ven en Acapulco el más cruel pronóstico de lo que podría pasar.

El destino guerrerense por excelencia hace unas décadas, pasó de ser una de las ciudades pilares del turismo internacional a una de las más peligrosas del mundo con más de 100 asesinatos por cada 100.000 habitantes.

Las autoridades estatales reconocen que a la disputa entre miembros del crimen organizado se suma la porosidad de las policías municipales que muchas veces con corrompidas. Es por eso que han planteado una estrategia de mando único para coordinar su actuación, pero han encontrado resistencia de algunos municipios como Playa del Carmen.

«Nos llama la atención la resistencia que hemos tenido para la implementación de una estrategia de mando único, particularmente en ese municipio (Solidaridad), es una posición del gobierno municipal, lo cual no nos ha permitido avanzar como afortunadamente lo hemos hecho en municipios como Benito Juárez, Cancún, Cozumel y Tulúm, que prácticamente rodean este municipio y es en el que más dolores de cabeza lamentablemente hemos tenido», dijo a Televisa Capella Ibarra.

Pobladores y visitantes han colocado el mote de «Playa del Crimen» a Playa del Carmen, como una triste ironía de lo que sucede, pero también con la esperanza de que algún día regresen las noches apacibles en las que el mayor de los estruendos lo provocaban las olas del mar.

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