Juan Pablo Guijarro Fragoza, alias “El Mónico”, uno de los líderes de “La Línea” y por quien la Procuraduría General de la República ofrece 15 millones de pesos.
“El Mónico” tiene entre sus contactos a decenas de personas, algunas de ellas integrantes del barrio Los Aztecas y forma parte de las personas que en estos momentos son sujetas a investigación por parte de la Administración Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), según trascendió.
Datos oficiales revelan que por seguridad nacional esa agencia indaga los perfiles públicos de usuarios mexicanos en dicha red social, al existir la sospecha de que pertenecen al crimen organizado e involucran a jóvenes pandilleros en actividades ilícitas y a los cuales contactan a través de ese medio.
En un memorándum interno de la dependencia se indica que los jóvenes ubican en sus perfiles de Facebook su lugar de residencia en Ciudad Juárez o El Paso, pero existen elementos para sospechar que pertenecen al crimen organizado y pueden realizar acciones consideradas como amenazas a la seguridad nacional de ambos países.
Por ello la DEA solicitó el apoyo del Gobierno mexicano para investigar la información que aparece en los perfiles de esos jóvenes, así como corroborar si ellos son parte de alguna conexión criminal.
En este sentido, el memorándum destaca que los cárteles del narcotráfico de México han estado reclutando a jóvenes para que operen como “mulas”, y cruzar cualquier tipo de droga a través de los puentes internacionales entre Estados Unidos y el territorio mexicano.
La indagatoria no es del todo bien vista por la Red por la Infancia de Juárez (RIJ), por considerar que antes de ceder a la violación del derecho a la privacidad de los jóvenes, el Gobierno de México debe adoptar medidas preventivas y políticas públicas que inhiban a las organizaciones criminales invadir los espacios de la niñez y juventud.
“El mundo cibernético y las redes sociales tienen muchas aristas y hueco que dan la oportunidad a acciones como ésta, donde se criminaliza el amiguismo de los jóvenes. Estados Unidos tiene problemas y de pronto los empieza a repartir a México, donde la ausencia de políticas públicas pone en una condición vulnerable al joven”, dijo ayer José Luis Flores, secretario ejecutivo de la RIJ.
Expuso que en México, particularmente en Juárez, cuando los jóvenes pese a su condición socioeconómica tienen acceso a la Internet, carecen de herramientas legales que los protejan del acecho de los narcotraficantes.
Incluso mencionó que el Estado mexicano está muy lejos de pugnar por una política pública preventiva del ciberespacio, y que lo único que hace es criminalizar las relaciones sociales de los jóvenes a través de las redes sociales.